Con diputados heridos y hospitalizados, la alianza Cambiemos dijo haber conseguido el quórum para habilitar la sesión especial en la que se trataría la reforma jubilatoria, pero poco después, en medio de acaloradas intervenciones, a instancias de la diputada Elisa Carrió, el titular de la Cámara de Diputados levantó la sesión. El bloque del FIT denunció la presencia de "diputados truchos".

El presidente del bloque de Unidad Ciudadana, Agustín Rossi, aseguró que cuando Cambiemos "dijo que tenía el quórum, en realidad no lo tenían". "Las condiciones de este debate, no corresponden a un Estado democrático", amplió Rossi. "Es escandaloso que quieran hacer una sesión con diputados en la enfermería", agregó el diputado Axel Kicillof.

Por su parte, la legisladora de Libres del Sur, Victoria Donda, pidió que las fuerzas de seguridad "dejen de reprimir" en las calles.   

Unas horas antes, mientras la Gendarmería comenzaba a reprimir a manifestantes en las afueras del Congreso, en la Cámara de Diputados el debate se desarrollaba entre gritos, forcejeos y denuncias acerca del número de legisladores que se sentaron en sus bancas y el tiempo de espera contemplado en el reglamento desde el primer llamado al recinto.  

Pasadas las 14,30, Rossi exigió que se levantara la sesión “respetando el reglamento”, que estipula media hora de espera. En ese momento había 117 diputados sentados. Carrió, entonces, tomó el micrófono, pidió que los diputados tuvieran “cuidado de no atropellar a las fuerzas del orden”, y arriesgó: “Yo los vi desde el balcón”.

Mientras tanto, diputados de la oposición ingresaron al recinto exhibiendo los cartuchos de balas que habían recolectado en la calle y pidiendo que se levantara la sesión. En la entrada al Salón de Pasos Perdidos, la seguridad del propio Congreso impedía el ingreso de otros legisladores.

De pronto, en forma sorpresiva, el tablero marcó que había 129 diputados presentes, y el presidente de la Cámara, Emilio Monzó, anunció que se habilitaba formalmente la sesión. Fue entonces cuando varios legisladores se acercaron hasta el escritorio de Monzó para denunciar que se estaba violando el reglamento. Luego, todas las fuerzas de la oposición denunciaron la presencia de "diputruchos".

El macrismo continuó con las provocaciones a través de Nicolás Massot y de Mario Negri, quienes insistían en que la sesión tenía quórum. Luego, la diputada Graciela Camaño, le exigió a Monzó que no insistiera en el “papelón” y que levantara la sesión. “Busque en los registros de la sesión, no lo va a encontrar”, dijo, antes de levantarse de su banca. Finalmente, el titular de la Cámara baja levantó la sesión de manera definitiva.