Ignacio Malcorra es ídolo de Central por lo que hace como jugador dentro de la cancha. Jamás se ganó una ovación por sus declaraciones y nunca tuvo un agravio para el clásico rival de la ciudad. Por eso la desazón que transmitió ayer el diez canaya en conferencia de prensa por la foto con los chicos de la Escuela Malvinas de Newell’s fue sincera. "Me da tristeza, me pone mal por los nenes. Es una simple foto que se saca un niño con cualquier jugador de Primera", lamentó Malcorra. Para aumentar la confusión sobre los hechos, en la discusión se coló ayer la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, quien vinculó la sanción a los niños con el actuar de la barra del club. “¿El presidente del club (Ignacio Astore) actuó por decisión propia o lo apretó la barra?”, planteó la funcionaria. Bullrich anticipó sanciones a pesar de que no hay indicios de quiénes son los hinchas responsables de las intimidaciones a los padres.

Malcorra no ocultó su tristeza por lo sucedido con los chicos de Newell’s y no dudó en afirmar que “son inocentes”. Sobre la foto de la polémica, explicó: “Fui a ver a mi hijo a jugar al fútbol y me vinieron a saludar, se sacaron una foto. Ellos son nenes inocentes de ocho años que no saben lo que hacen, pero cualquier nene haría lo mismo con cualquier jugador de Primera División”.  “Me sorprendió que haya tenido mucha repercusión. Es una simple foto que se saca cualquier niño con cualquier jugador de fútbol. A cada cancha que voy siempre me piden fotos de distintos equipos”, agregó.

El escándalo con los chicos de la escuela Malvinas no cesa con el paso de los días y suma voces, como la de Bullrich, quien se lanzó a plantear la intromisión de la barra en las amenazas a los padres de los niños, en total desconocimiento de la situación. “Los chicos son víctimas de una campaña de aprietes, sanciones y amenazas a ellos y a sus familias. ¿El presidente del club actuó por decisión propia o lo apretó la barra?”, planteó ayer la ministra de Seguridad. En su característico tono confrontativo, advirtió: "Los violentos no van a entrar a las canchas. Derecho de admisión para todos".

Pero la situación con los chicos de Malvinas se produce en otro ámbito del club y tiene su disparador en los niveles de intolencia y violencia que rodean al fútbol infantil hace tiempo. Los padres de los seis chicos que posaron con Malcorra fueron intimidados por padres de otros compañeros, quienes asisten al predio Malvinas. El enojo con la foto se dio en el marco de quienes asisten a la escuela de fútbol rojinegra. Ese entorno se volvió hostil para ellos  y el club encontró como solución una sanción a los niños en vez de hacerse cargo de la situación y de abordar la problemática puertas adentro. 

No hay barras involucrados y mucho menos socios identificados con las intimidaciones. Con mejor criterio, respecto a lo sucedido, la ministra de Seguridad agregó: "Lo que hicieron con los chicos de Newell’s es una vergüenza. Pasaron de una foto de fair play a ser víctimas de una campaña de aprietes, sanciones y amenazas a ellos y a sus familias".

A pesar de la penosa actuación de la dirigencia leprosa ante lo sucedido, Astore aún no tomó medidas sobre el personal del club que le impidió a los chicos a seguir jugando al fútbol en Malvinas. No hubo revisión de los hechos, ni autocrítica por el momento.