Greta Thunberg salió este martes de Israel. La activista sueca aceptó ser deportada, luego de que las autoridades israelíes interceptaran el barco Madleen de la Flotilla de la Libertad que se dirigía a la Franja de Gaza con ayuda humanitaria.

En París, donde hizo escala hacia Suecia, la ambientalista dijo que sus compañeros y ella fueron atacados y secuestrados ilegalmente, trasladados a Israel en contra de su voluntad. También insistió que la intercepción de la embarcación que pretendía introducir ayuda humanitaria en Gaza y romper el bloqueo impuesto a la población palestina era violación de la ley internacional. Las condiciones en las que ha pasado las últimas horas, según relató, no fueron "absolutamente nada comparado con lo que está atravesando ahora mismo la gente en Palestina, especialmente en Gaza".

Los gobiernos europeos tienen el deber de impedir lo que está pasando en Gaza, insistió Thunberg. Para ella, el reconocimiento del Estado palestino que está estudiando Francia es lo mínimo que puede hacer Europa, pero reclama el cese de lo que llama el "silencio cómplice" y la ayuda militar y financiera a Israel de todos los gobiernos y, especialmente, de Suecia.

"Persona non Greta"

El ministro de Exteriores israelí, Gideon Saar, aseguró que la activista sueca recibió comida durante su estancia en el país y fue tratada bien. "Quiero dejarlo claro: no dejaremos que esta 'persona non Greta' esté en Israel", remarcó Saar, en una declaración a la prensa en Jerusalén.


Thunberg es una de los cuatro activistas (de un total de 12) que aceptaron ser deportados por Israel. Los otros tres son el activista español Sergio Toribio, que fue trasladado a Barcelona en otro vuelo, así como los franceses Omar Faiad (periodista) y Baptiste Andre (activista).

Los ocho restantes se negaron a firmar el documento que tramitaba su deportación voluntaria e ingresaron en la prisión de la ciudad de Ramla, cercana a Tel Aviv. Los aún detenidos son la eurodiputada francopalestina Rima Hassan, del partido izquierdista La Francia Insumisa (LFI), Pascal Maurieras, Yanis Mhamdi y Reva Viard; el holandés Mark van Rennes; el turco Suayb Ordu; el brasileño Thiago Avila y la alemana Yasemin Acar.

"No pude despedirme de ellos y estoy muy preocupada. Nos han llegado diferentes mensajes que apuntan a que no lo están teniendo fácil y a que tienen problemas para ver a sus abogados", reconoció Thunberg, quien llamó a la acción de "todo aquel que pueda movilizarse y pedir la liberación inmediata".

Según la Flotilla de la Libertad, Ávila se encuentra en huelga de hambre y de agua desde el lunes, y otros han denunciado "condiciones insalubres" bajo custodia de los servicios penitenciarios de Israel, porque los que se encuentran bajo "infestaciones de chinches y acceso únicamente a agua corriente no potable".

Ante los tribunales

Los ocho activistas que siguen en Israel comparecieron durante cerca de cinco horas frente el Tribunal de Revisión de Detenciones del país, en el centro de detención de Ramla, según confirmó el equipo de Flotilla de la Libertad. "Israel está tratando a las 12 personas como si hubieran entrado ilegalmente en el país, a pesar de haberlas detenido por la fuerza en aguas internacionales y trasladado a territorio israelí contra su voluntad", lamentó el equipo jurídico de la Flotilla de la Libertad mediante un comunicado.

De igual forma, el equipo legal enfatizó que el Estado israelí carece de autoridad legal para detenerlos o deportarlos. "Los activistas deben ser liberados de inmediato, se les debe permitir volver a embarcar, entregar ayuda a Gaza y regresar a sus países de origen", enfatizaron.

La Flotilla de la Libertad, a bordo del barco Madleen, se dirigía a la Franja de Gaza con ayuda humanitaria con el objetivo de romper el bloqueo impuesto por Israel al acceso de bienes básicos (como comida, alimentos o combustible) al enclave. Las autoridades israelíes interceptaron el Madleen en la madrugada del lunes, en un acto que el equipo legal de la Flotilla califica como ilegal ya que el bote se encontraba aún en aguas internacionales.

El 2 de marzo, Israel lanzó un bloqueo total a la entrada de ayuda humanitaria a Gaza, que concluyó el pasado 19 de mayo con la entrada de algunos camiones cargados, mayoritariamente, con harina y otros alimentos. Sin embargo, las organizaciones internacionales denuncian que la ayuda que ha accedido a Gaza desde entonces es muy insuficiente para abastecer a una población de 2,1 millones de personas que llevaban sometidas a la privación de alimentos casi tres meses.