Matt Groening, el creador de Los Simpson, dijo que la controversia alrededor de la exitosa serie animada fue “una de las mejores cosas” que le pasó. El programa, que está al aire desde 1990, tiene 36 temporadas y ya hay cuatro más en camino.

Aunque las aventuras de Homero, Bart, Lisa, Marge, Maggie y el resto de los habitantes de Springfield ya son recontra conocidas y aceptadas en todo el mundo, el programa todavía sigue generando polémicas que dan que hablar, como cuando se juega con estereotipos raciales.

El tono subido de los primeros capítulos, que casi festejaban la actitud vaga de Homero en el trabajo y las travesuras de Bart en la escuela, también generaron críticas de algunos padres que directamente decidieron prohibirles a sus hijos mirar el programa.

Sin embargo, Groening cree que esa negatividad en realidad terminó ayudando a la serie a largo plazo. “Se volvió algo exótico, prohibido. Las remeras de Bart Simpson Underachiever (que sería algo como 'Bart, el que no rinde') en su momento fueron polémicas y las prohibieron en las escuelas. Después hicimos una de Lisa que decía Lisa Simpson Overachiever (‘Lisa, la que se pasa de aplicada’), pero también nos metimos en problemas porque decía ‘Damn I’m good’ (‘Maldición, soy buena’).”

Otra cosa que, según Groening, ayudó a que Los Simpson sigan vigentes durante tanto tiempo, es la capacidad de contar historias y hacer chistes a través de otros formatos como cómics, videojuegos e incluso merchandising. “Es contar historias”, dijo el creador, de 71 años. “Hasta en el merchandising -hasta en una lonchera- tratamos de contar una mini historia, meter un chiste. Tratamos de evitar lo que en el negocio se llama un label slap (ponerle solo una etiqueta). Nosotros intentamos que haya chistes en todo.”

Esto viene después de que el showrunner, Matt Selman, dijera que espera que el episodio final, cuando llegue, sea simplemente “una muy buena historia sobre la familia".

La longeva serie animada jugó un poco con los fans en 2024, cuando hicieron una especie de "final falso" que mostraba cómo la inteligencia artificial intentaría crear un final efectivo. Hablando con The New York Post, Selman explicó que ese capítulo -que en realidad fue el primer episodio de la temporada 36- nació de la idea de que es casi imposible hacer un final satisfactorio.

“La discusión sobre lo difícil que sería hacer el último episodio es lo que nos llevó al final falso”, dijo Selman. “Es como algo imposible de lograr. El programa no está pensado para terminar. Hacer un final cursi y berreta, como hacen la mayoría de las series, sería re choto. Así que hicimos uno que fue bien exagerado.

Selman agregó que si algún día la serie termina, espera que sea con “un episodio común y corriente” que, con suerte, sea “una muy buena historia sobre la familia.” También dijo que muchas ideas que le proponen para el final de la serie “vienen de haber visto cómo terminaron otras series.”

De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.