"No entendemos cuál fue nuestra falta. Somos 160 familias, no hay ninguna bandera política, no hay nada detrás, no hay letra chica", imploró Paola Valeria Pérez Cáceres, una de las damnificadas por la entrega que hizo Patricia Bullrich de las viviendas Procrear de Avellaneda a las Fuerzas Federales.
Trabajadora administrativa del Ministerio de Defensa, Pérez Cáceres explicó que su familia salió sorteada en noviembre de 2023 y que con el cambio de gobierno se empezó a demorar la asignación hasta que se enteraron que el predio iba a ser para la policía. "Es un gran dolor, creo que todas las familias nos unimos más porque nos abrazamos desde el dolor de la lucha para tener la fuerza para seguir", contó en la 750.
Un año y medio atrás, el 23 de noviembre de 2023, su familia recibió el mail que comunicaba la asignación por sorteo en una de las viviendas del edificio Sagol de Avellaneda. Cumplían todos los requisitos: domicilio en el municipio, trabajo formal y antigüedad laboral. Pero con el cambio de gestión, los trámites para pasar a la segunda etapa del proceso comenzaron a dilatarse.
"Antes de que terminara 2023 se formó un grupo en Facebook para saber en qué instancias estábamos los vecinos que habíamos sido seleccionados. Un par de familias recibieron tarjetas del Banco Hipotecario y los pasos a seguir para lo que iba a ser el riesgo crediticio, que iba a dar por conclusión cuánto ibas a pagar de cuota dependiendo de la unidad asignada. Yo no llegué a esa instancia", detalló Pérez Cáceres en Escuchá Página|12.
A partir de ese momento, la mujer intentó comunicarse con el Ministerio de Territorio y Hábitat y, cuando al fin consiguió hablar con un operador, le recomendaron que ingresara a la página del Banco Hipotecario y se hiciera un usuario a la espera de que se normalizara el proceso, que estaba frenado porque la cartera no tenía indicaciones sobre cómo continuar.
"Generé mi usuario y al día siguiente me decía usuario inexistente. Me comuniqué con el Hipotecario y me respondieron que era un colapso en el sistema. A partir de ahí no pude entrar nunca más a este proceso", continuó.
Algunos de los 160 damnificados se presentaron durante el acto de entrega que encabezó Bullrich, dos semanas atrás, para pedirle explicaciones a la ministra de Seguridad, pero cuando llegaron fueron "invitados a retirarse". "No tuvimos llegada a Bullrich, no era para violentar ni mucho menos, aunque sea queríamos poder expresarle que es una grave usurpación y que nosotros somos los legítimos ganadores y asignados", concluyó Pérez Cáceres.