La revolución es un sueño eterno
Durante el auge del movimiento Black Panther a fines de los sesenta, Stephen Shames era estudiante de la Universidad de California en Berkeley que tuvo un acceso sin precedentes a la organización. Sus fotografías hoy se encuentran en colecciones permanentes de museos como el MoMa o el Metropolitan. Y por estos días, una gran exposición que honra tanto su trabajo como la lucha de los Panteras Negras, se está montando en la Galería Amar de Londres. La muestra reúne retratos de una época violenta y esperanzada donde conviven los rostros de Martin Luther King Jr, Angela Davis, Maya Angelou, Afeni Shakur o Bobby Seale. Como fotógrafo de confianza de los Panteras, Shames capturó no solo las manifestaciones públicas y el calor del activismo, sino la vida tras bambalinas, e incluso publicó el libro Power to the People: The World of the Black Panthers, en coautoría con el activista Bobby Seale. La muestra de Londres presta especial atención al movimiento Free Huey, cuando una de las cabezas del movimiento, Huey Newton, fue apresado por el supuesto asesinato de un policía. Hay también comentarios del autor en varias fotos, como un hermoso retrato de James Baldwin a la salida de la cárcel: “Visitó a Seale cuando estaba en la cárcel del condado de San Francisco antes de ser enviado a Chicago para el juicio de los Ocho, donde el juez Hoffman lo amordazó. Fue un honor para mí presenciar la conversación de estos dos gigantes. Se hicieron amigos para toda la vida y se reunían a menudo”.
La guitarra vuelve al ropero
Dicen que Ritchie Valens compró su primera guitarra en esta tienda y por estos días Paris Hilton y Nicole Ritchi la visitaron con su nuevo reality. Aunque su pico de notoriedad fue como locación icónica de la película Wayne’s World, la comedia insigne de fines de los ochenta, donde Mike Myers suspiraba por una Fender Stratocaster blanca. Es cierto que turistas de todo el mundo siguen desviándose en sus viajes a Los Ángeles solo para posar frente a su reconocible fachada. Pero según Ed Intagliata, el histórico dueño de la tienda Cassell’s Music, lo mejor que hizo su local fue la labor con la pequeña comunidad de San Fernando donde está ubicada. “Estoy agradecido de que hayamos iniciado a tantos de ustedes en su viaje como músicos”, dijo el hombre en su sentido anuncio. Y es que la tienda cerrará sus puertas junto con su retiro a mediados de julio. Con casi ochenta años de actividad ininterrumpida, y como el único local de instrumentos en el área, Cassell’s se convirtió en un faro para músicos y también en un lugar icónico para decenas de seguidores que la despiden con cariño en redes. Es que además de haber sido incluida varias veces entre las cien mejores tiendas de música del mundo, se convirtió en un proyecto pionero de tránsito de instrumentos usados que las familias en necesidad podían adquirir por un dólar.
No maten a Kenny
Quién diría que un grupo de niñitos delirantes de un pueblo perdido en el interior de Estados Unidos generaría uno de los enredos económicos más notables de la industria del entretenimiento. Es que la posibilidad de que la mega exitosa y ya longeva serie South Park consiga un nuevo hogar en el streaming tras el fin de su contrato histórico con Paramount ha generado un alboroto que involucra ya a varios gigantes del contenido. La verdad es que el contrato finaliza exactamente dentro de dos años, cuando la serie esté cumpliendo veinte de su primera transmisión. Pero el tiempo es oro y sus creadores Matt Stone y Trey Parker ya amenazaron con iniciar acciones legales contra Paramount –que está en un proceso de fusión, tomando nuevas decisiones para su futuro– por interferir con negociaciones que ellos tenían con cadenas como Netflix y Warner Bros para adquirir los derechos de la comedia. Dicen los creadores que Paramount se comunicó extraoficialmente con las cadenas para intentar un acuerdo que cambiara las condiciones del contrato, ya sea para retenerlos o por pura bronca, lo que empeoraría los beneficios para ellos. “Si estas actividades continúan, no tendremos más remedio que actuar tanto para proteger nuestros derechos como para cumplir con las obligaciones que podamos tener con el público”, dice una carta firmada por ambos.
El dibujante en mí
“La idea no era solo observar la condición humana, sino sumergirme en ella con gran urgencia”, cuenta Bob Dylan, que hoy tiene 84 años, pero asegura que aún no ha terminado de analizar eso que él considera "la condición humana". Es que a sus ya cuarenta discos que a menudo rondan el asunto, se suma su incursión en las artes visuales. Un costado que viene explorando hace décadas, pero que quizás tuvo mayor notoriedad junto a sus primeros intentos con la pintura –en particular, el autorretrato para su álbum Self Portrait de 1970– que dieron paso a grandes lienzos y esculturas reunidos en una retrospectiva de 2019. Pero por estos días, el músico está anunciando que sigue viaje con el dibujo: este noviembre se publicará Point Blank: Quick Studies, un nuevo libro que recopila alrededor de cien dibujos inéditos que Bob creó entre 2021 y 2022. Según la editorial Simon & Schuster, a cargo de la publicación, este volumen es el primer libro de arte del músico en una década: “Este libro demuestra la maestría de Dylan para contar historias, crear atmósferas y provocar sentimientos. Las imágenes son evocadoras, a la vez inocentes y hastiadas, alegres y desoladas”, dijeron desde el sello en esta serie de definiciones no muy originales que digamos. Point Blank reúne retratos, bocetos de bodegones y paisajes que Dylan capturó en un ejercicio de observación de situaciones minimalistas. “Dibujar relaja y reenfoca mi mente inquieta”, contó el músico. Son trazos en blanco y negro parecen trazados con gran espontaneidad y captan momentos triviales como una pareja en patines, un hombres de sonrisa torcida, una armadura, un cantante de karaoke y hasta un rollo de cinta scotch o una lata de porotos. Muchos fueron la base de la exposición homónima de Dylan en la Galería Halcyon de Londres, que este fin de semana está terminando. Por su parte, el libro viene acompañado por breves textos de guionistas, escritores y críticos como Eddie Gorodetsky, Jackie Hamilton y Lucy Sante. “La capacidad de Dylan para encontrar belleza y misterio en lo aparentemente mundano es uno de sus grandes dones, y el regalo que ha brindado continuamente al público a lo largo de los años”, agregó la editorial.