El obispo católico Alberto Rojas, de la diócesis de San Bernardino, emitió un decreto eclesiástico que libera a los migrantes católicos de la obligación de asistir a misa cuando teman “posibles acciones de control migratorio por parte de las autoridades civiles”, según informó National Catholic Reporter (NCR). Dicha diócesis, de población mayoritariamente latina, cuenta con 1.6 millones de fieles en los condados de San Bernardino y Riverside, en el sur de California. De esta manera la diócesis se suma a la de Nashville (Tennessee) que tomó una medida similar, solo comparable con las de