Las ventas en los supermercados medidas en cantidades terminaron en octubre un 0,1 por ciento por debajo de la marca del mismo mes del año pasado, con lo cual cortan una breve racha de dos meses consecutivos con incrementos interanuales, informó ayer el Indec. Lácteos, verduras y frutas fueron los productos de consumo masivo que mayor retracción experimentaron, mientras que bebidas e indumentaria tuvieron mejor desempeño que el promedio. Las consultoras especializadas adelantaron que con todo el viento a favor el consumo masivo este año cerraría en el mismo nivel que en 2016, cuando se produjo una fuerte debacle de las ventas. En el caso de los shoppings, el consumo en octubre subió en términos reales un 4,9 por ciento. Sin embargo, en el acumulado de diez meses esas ventas medidas a precios corrientes siguen siete puntos por debajo de la inflación.

La característica particular de los datos de ventas del consumo masivo es que además de reflejar la situación sectorial sirven de termómetro para medir la evolución del poder adquisitivo. Con la caída del salario real, el año pasado la merma del consumo masivo fue del 4 por ciento medida en cantidades. Al mismo tiempo, se redujo el tamaño de las compras, con lo cual perdieron más que la media los formatos grandes como los hipermercados en favor de las superficies pequeñas. También ganaron participación los mayoristas y las segundas y terceras marcas por sobre las primeras. “El consumidor se maneja con un criterio de conveniencia extrema”, definió Juan Manuel Primbas, experto de la consultora Kantar Worldpanel.

Si bien este año el salario recuperó alguna posición, no logró superar la pérdida de 2016. Pero además de los billetes en el bolsillo, inciden negativamente en las compras la sensación de fragilidad laboral e incertidumbre económica, que vuelve más conservadores a los consumidores. En ese sentido, la Universidad Di Tella informó ayer que su Índice de Confianza del Consumidor cayó 15,5 por ciento en diciembre con respecto al mes previo, lo que representa la peor retracción en 22 meses. 

Para Kantar, “el consumo está mejor aunque todavía se encuentra lejos de una instancia de recuperación. El escenario más optimista es que este año el consumo termine sin crecimiento”. En tanto, la consultora Nielsen planteó que “va a costar mucho lograr crecimiento de la facturación por encima de la inflación y así poder recuperar lo perdido”.

El dato informado ayer por el Indec está en línea con el diagnóstico de las consultoras. Las ventas en los supermercados bajaron 0,1 por ciento en octubre. Los comercios relevados por el Indec facturaron 30.879 millones de pesos, un avance nominal del 20 por ciento frente al mismo período del año pasado. La facturación acumulada en diez meses asciende a 278.494 millones de pesos, un avance interanual del 20,5 por ciento. Ese número está por debajo de la inflación del 22,9 por ciento medida por el Indec para el período, lo que implica un retroceso en términos reales.

“En noviembre, las ventas fueron un poquito mejor porque hubo una política muy agresiva de promociones, incluyendo el Black Saturday y los fuertes descuentos del Banco Provincia. En cambio, diciembre arrancó muy mal”, comentó a este diario un representante de una de las grandes cadenas de supermercados que operan en el país. Hay tres razones que pueden explicar el flojo cierre del año para los supermercadistas. En primer lugar, la inflación en los alimentos se aceleró en respuesta al incremento en el precio de la nafta y los servicios públicos. De hecho, el Indec midió que el consumo de lácteos subió en octubre apenas 15,6 por ciento interanual, siete puntos por debajo de la inflación. Al mismo tiempo, los lácteos subieron bien por encima del avance general de precios. Por ejemplo, según el Indec el sachet de leche entera avanzó un 25 por ciento (de 17,55 a 21,95 pesos); la manteca de 200 gramos, un 33,5 por ciento (de 32,43 a 43,31 pesos) y el yogur firme, un 64 por ciento (de 12,49 a 20,50).

Otra variable que puede jugar para explicar el declive de fin de año es el resguardo de los consumidores ante los gastos de las vacaciones y el adelanto de las compras ante las promociones de noviembre, especulan en el sector. De todas formas, la principal variable que explica la marcha de las ventas es la endeble situación del poder adquisitivo.