Las cumbres del Mercosur cambiaron 180 grados su dirección. Donde hasta hace poco había una convocatoria a la región y compromiso por la justicia social, hoy son odas a la libertad de mercado y al ajuste de las cuentas públicas. Tanto así que el presidente de Brasil, Michel Temer, quien hizo ayer de anfitrión, felicitó a Mauricio Macri por la aprobación de la reforma previsional que ajusta drásticamente la actualización de las jubilaciones e imaginó una iniciativa igual para su país. Temer ya viene de aprobar una reforma laboral que eliminó muchas conquistas históricas. En su rol habitual, Macri volvió a defender el acuerdo de libre comercio con la Unión Europea y motorizó una nueva condena a Venezuela. 

“Quiero felicitar a la Argentina, por medio del presidente Mauricio Macri, que consiguió una expresiva victoria en la aprobación de la reforma previsional en su país”, sostuvo Temer en el plenario de jefes de Estado. Macri es prácticamente el único aliado que tiene el presidente de Brasil a nivel internacional. “Lo que hizo nos sirve de ejemplo”, ya había dicho el mandatario cuando recibió al argentino delante de periodistas y fotógrafos en la entrada del Palacio de Itamaraty.

Macri defendió otra vez el acuerdo de libre comercio con la Unión Europea, que esperaba anunciar días atrás durante la reunión de la OMC en Buenos Aires, pero finalmente debió suspenderse para más adelante por falta de acuerdo. “Hemos probado el aislamiento por muchos años. El Mercosur es el más aislado, el bloque más proteccionista del mundo y eso no ayudó a reducir la pobreza en nuestro país, sino que la profundizó, con lo cual ahora queremos pertenecer al mundo global y estos acuerdos son un buen puente”, consideró ayer Macri en diálogo con los periodistas. “No puede ser que haya gente que tenga miedo a esta altura. ¿Qué será del mundo con la renovación tecnológica dentro de 12 años? Hay que tener coraje y visión de largo plazo”, enfatizó. Macri es el principal impulsor del tratado, que incluso tiene detractores dentro del bloque europeo que ahora forzaron la suspensión. Un acuerdo comercial con la UE “generará múltiples oportunidades de negocios, favoreciendo la creación de empleo en nuestros países”, insistió ayer el presidente argentino.

Por otro lado, y como hizo desde su primer participación en el Mercosur, Macri le dedicó un tramo político para criticar a Venezuela. “No quería dejar de enviar un mensaje de solidaridad y acompañamiento al pueblo venezolano”, sostuvo el Presidente, y pidió “respeto a los derechos humanos y la libertad de los presos políticos” en ese país. Obviamente, no dijo nada sobre quienes se consideran en Argentina presos políticos como es el caso de Milagro Sala y el cúmulo de ex funcionarios kirchneristas sin condena y prisión preventiva.

Además, Macri reclamó la “pronta adopción de un calendario electoral que sea capaz de garantizar un proceso abierto y transparente” en Venezuela.

El martes pasado, el presidente venezolano Nicolás Maduro había acusado a Macri de haber cometido “un crimen” contra el pueblo argentino, a raíz de la sanción de la reforma previsional. “Se cometió un crimen contra el pueblo argentino. El Fondo Monetario Internacional está gobernando Argentina otra vez y Macri dice que para el equilibrio macroeconómico y para vencer la inflación tiene que quitarle la jubilación a los jubilados”, había dicho Maduro en un acto con alcaldes y gobernadores. 

Fue la última actividad de Macri antes de iniciar un nuevo período de vacaciones. Tiene previsto instalarse con su familia en el country Cumelén, en Villa La Angostura, donde suele recibir cada año junto a su entorno íntimo en el que nunca falta el empresario y cónsul honorario de Singapur, Nicolás “Nicky” Caputo. Con estas dos semanas, Macri sumará 87 días de descanso desde que asumió, es decir, tres meses de vacaciones.