En su editorial, el periodista y conductor de La Mañana, Víctor Hugo Morales, analizó con tono crítico el actual contexto político y aseguró que, según su perspectiva, en el Congreso ya están los legisladores preparándose para cambiar su voto respecto a los vetos de las leyes que ellos mismos aprobaron.
En este contexto, usó la figura del ex senador Edgardo Kueider, quien aportó su voto clave para la aprobación de la ley bases en la Cámara Alta y fue detenido meses más tarde contrabandeando miles de dólares en la frontera con Paraguay.
El editorial de Víctor Hugo Morales
Estamos entre las voces y los Kueider.
Entre el martirio de las personas con discapacidad y la traición en ciernes de los que votaron la ley y, sin escrúpulos, piensan darse vuelta.
Dice Anabel Fernández Sagasti que los Kueider acechan. Los ve en el Congreso. Andan explicando desde ya el cambio de voto, de opinión, de decoro personal.
Sería un episodio impresionante de la política, apreciar ese giro inmoral. Uno quiere verlos como en un espectáculo, sacaría entradas para el momento en el que intenten justificar su deserción.
Esa pirueta que, como contorsionistas de circo, intentarán para consolar a las víctimas de semejante traición. Ser diputado y no poder luchar por las personas con discapacidad no es una entrada a boxes, es abandonar la carrera.
¿Para qué estas ahí?
¿Para eso llegaste?
Kueider es un símbolo. Un Kueider es una marca. Una ropa de fajina. "Kueider dura más, Kueider resiste". Los que se pongan ese traje se identifican por la marca en el orillo. Están en oferta. El Congreso funcionando como un outlet.
La foto ideal sería todo el grupo que vota al revés, sonriendo. Se juntan todos, alguien dice "whisky" y quedan inmortalizados. Los Kueider. Ser para siempre los Kueider.
Hoy hay Congreso, jubilados, el Garrahan y otras víctimas del régimen protestando entre policías que aplican estrategias envolventes, legiones romanas, cohortes de valientes que enfrentan a los bárbaros viejos y viejas que protestan por nada.
Tenemos a Bullrich, así que habrá detenidos y heridos atendidos por voluntarios que los curan ahí mismo, sobre los camastros del asfalto, sin SAME.
Las escenas serán las de ayer, las del miércoles pasado, las de los tiempos de Macri o de la dictadura. La represión que siempre viene detrás del hambre y la desesperación.