Y, de pronto, otro Drácula, esta vez llegado de tierras europeas. Apenas ocho meses transcurrieron desde el estreno de Nosferatu, la reversión de Robert Eggers del mega clásico de 1922 dirigido por F. W. Murnau, y de nuevo la pantalla se llena de colmillos y sangre, aunque esta vez el ajo brille por su ausencia. Dirigida por el francés Luc Besson, aunque hablada estrictamente en idioma inglés, la coproducción franco-británica conocida internacionalmente como Dracula: A Love Tale, que se estrena en salas de cine el próximo jueves 14, regresa en parte a las fuentes origin Bram Stoker,célebre versión de Francis Ford Coppola, las aristas más románticas