El reconocido sociólogo Daniel Feierstein analizó este jueves por la 750 el contexto político en Argentina y aseguró que el país va “rumbo a peor” en una lógica de crecimiento de las prácticas fascistas.

Poniendo el foco en un tema que analizó a fondo en su libro La construcción del enano fascista (Ed. Capital Intelectual), aseguró que el Gobierno no es fascista aún, pero que “está muy cerca” de serlo.

Ante la pregunta de Víctor Hugo Morales, Feierstein aseguró: “Yo creo que venimos rumbo a peor. La pregunta es qué tan abajo podemos caer. Siento que estamos conmocionados. Como un boxeador que no termina de entender lo que pasó”.

“Vamos rumbo a peor hasta tanto no lo entendamos. Hay una mala percepción de lo que fue el 2001. La percepción es que la gente sufría mucho y se rebeló. Y esa no es la historia del 2001”, dijo.

“Hubo 25 años de resistencia, que se expresó en el 2001. Hoy hay una parte esperando un 2001 y no va a ocurrir, porque no ocurre así. Si no hay una red de movimiento que construya la posibilidad de rebelión, vamos a ir rumbo a peor”.

En este sentido, lejos de una rebelión lo que se ve es que las prácticas fascistas crecen: “¿Eso significa que el Gobierno es fascista? Todavía no, pero está muy cerca”, argumentó.

“Porque esas prácticas van creciendo. No me parece que la solución hoy sea mejor. La profundización del fascismo pareciera estar más cerca. Para aprovechar una crisis del Gobierno hay que construir esa capacidad”, aseguró.

El fallo Abaigar en el centro

Para explicar en qué consisten estas prácticas, Feierstein tomó el fallo de la jueza Sandra Arroyo Salgado sobre la detención de Alesia Abaigar y Eva Mieri, detenidas durante varios días por un escrache al diputado José Luis Espert.

El fallo de Arroyo Salgado toma un concepto del propio Feierstein, el de la otredad negativa, mediante la que se busca deshumanizar al otro para dar la idea de amenaza y de necesidad de eliminación.

“La otredad es la construcción de la diferencia. Es un proceso complejo. Porque la modernidad logró construir una noción universal de la especie humana. Que nos concibamos como parte de una misma especie”, dijo.

Y añadió: “Ese proceso de construir al otro como alguien distinto, peligroso, requiere una construcción. No nos surge naturalmente”. Y para hacerlo se usan recursos narrativos deshumanizantes.

En este contexto, en el procesamiento a Mieri y Abaigar la jueza usa este concepto “para plantear que la gravedad de la detención que deciden es porque estaban en un contexto de construcción de otredad negativa”.

“Es un hecho de profunda perversidad decir esto en un contexto donde desde hace años se está construyendo la otredad negativa de determinados grupos –desde organizaciones sociales hasta el kirchnerismo–”, dijo.

Tras lo que sumó: “La jueza trata de armar un conjunto de hechos, decir que esa contravención viene de una serie de hechos que busca estigmatizar a determinados políticos”.

“Todos los hechos que la jueza incluye, en ningún caso están llamando a una acción violenta ni están deshumanizando. Dicen ‘ojo con Cristina’ o ‘mafioso’, una cantidad de acusaciones que no implican esta lógica de llevar al otro al punto de deshumanización”, dijo.

Tras lo que denunció: “Paradójicamente, el atacado, Espert, es uno de los más activos en ese modo de estigmatización”.

“Este carácter perverso está en decir que en Argentina hay una estigmatización bastante larga en el tiempo que la justicia debería tener en cuenta, el problema es que lo hace exactamente al revés”, finalizó.