Cine.ar Sala Arte Cinema cerró hace cinco meses, cuando el Incaa decidió no renovar el contrato de alquiler para la emblemática sala de Constitución. Desde entonces, los vecinos están movilizados para su recuperación. La novedad –que no fue anunciada oficialmente– es que las autoridades del Instituto tienen la intención de inaugurar un espacio Incaa a tres cuadras, en el edificio de la Fundación Cinemateca Argentina, emprendimiento privado que se dedica a la conservación y difusión de material audiovisual. Esta intención les fue comunicada a los vecinos en una reunión, la semana pasada, según informaron a PáginaI12. Tanto ellos como la Fundación evalúan el proyecto, que presenta más de una complicación: por ejemplo, al parecer, el Estado sólo aportaría los proyectores, cuando haría falta una gran inversión.

Luego de que Fernando Juan Lima, vicepresidente del Incaa, les hiciera la propuesta el jueves 21, el grupo Vecinos y Amigos en Defensa del Cine Arte Cinema se reunió en asamblea, el miércoles 27, para sacar conclusiones. Encontraron pros y contras. “El lugar es potable, porque es emblemático, pero es serio el tema de la accesibilidad. Todos los que íbamos al cine y conocemos un montón la zona sabemos que es recontra complicada. Densa y peligrosa. Necesitamos saber qué seguridad va a haber, qué iluminación”, analizó María Eugenia Fernández Andés, referente de los vecinos. No estaría lejos, este nuevo espacio, del viejo complejo de tres salas: se halla en Salta 1915, a tres cuadras. Pero el que cerró estaba bien visible, a pasos de la estación de trenes y de las dársenas de colectivos. 

“Nos habían prometido que en enero ya tendríamos cine, pero ahora estamos viendo que no es factible. Porque el edificio –el de la Fundación Cinemateca– no está en condiciones. Nos dicen que hay un tema eléctrico y de habilitación. El tema está demorado”, advirtió Fernández Andés. Los vecinos quieren volver a reunirse con las autoridades y, por sobre todo, conocer el lugar. Por otro lado, temen, no sin razón, que esta posibilidad que se abre no cumpla con sus expectativas. Por ello exigieron un informe al Incaa. “Solicitamos que nos informen sobre cuáles son los espacios Incaa y cuál es su potencia exhibidora. Porque en los abiertos recientemente, no le llega ni a los talones al Arte Cinema: hay tres funciones por día, algún día no hay función, las entradas se agotan... Es una regresividad en el derecho cultural. Se cerró este cine y el Estado no volvió a cubrir este espacio. Con los espacios alternativos que intentarían reemplazarlo no alcanza”, cuestionó la docente.

Los temores no son infundados. Marcela Cassinelli es la presidenta de la Fundación Cinemateca Argentina, emprendimiento de carácter privado nacido en 1949 que pasaría a cobijar en su sede al Arte Cinema –o, al menos, a su espíritu–. A mediados de los 90, la fundación adquirió el edificio de 5 mil metros cuadrados de la calle Salta, donde otrora funcionó el diario Crítica. “Tenemos ganas y voluntad, y queremos que el barrio mejore. Los vecinos necesitan una actividad cultural. Pero tenemos que ver si podemos hacerlo, porque lo único que nos da el Instituto son los proyectores. Y es un proyecto que requiere de una inversión muy grande”, aseguró. De hecho, las instalaciones de la Cinemateca cuentan apenas con un microcine para 70 espectadores que aún no está terminado.

“Sería un sueño tener actividad cinematográfica. De hecho, hace veinte años pedimos al Incaa subsidios para hacer salas y nos dijeron que no... También tenemos que ver el tema de habilitaciones, viabilidad, varias cosas. Nuestro microcine está en medio del edificio, deberíamos ver que esa actividad no impida otras. Y para hacer una sala, habría que hacer una inversión muy importante”, remarcó Cassinelli. La propuesta de vincular el espacio al Incaa le llegó a la Fundación en un momento “complicado”: desde junio y por varios meses en adelante se desarrolla un importante trabajo de restauración del edificio. “Los tiempos de la política no son los nuestros”, concluyó la mujer, que confirmó el inconveniente eléctrico. Sucede que, al escucharla, se evidencia que no es el único problema para la reapertura de Arte Cinema. O no el más contundente.

El cierre de la sala, que ofrecía cine local y de autor a precios populares, fue el 31 de julio de este año. Los vecinos organizaron un festival y juntaron firmas para evitarlo, entre otras cosas. La Dirección General de Acceso a la Justicia del Ministerio Público Fiscal también procuró frenar el cierre de este “importante espacio de contención e inclusión social”, “polo cultural”, enclavado en una zona “donde residen y circulan muchas personas en condiciones de vulnerabilidad”. “Más allá de lo simbólico, hay que pensar que tenemos que gastar eficientemente. Si el resultado es que el que gana en la ecuación es el dueño del inmueble que se alquila, significa que estamos errando”, argumentó en agosto Fernando Lima. PáginaI12 intentó comunicarse con autoridades del Instituto, pero no tuvo éxito.