La fiscala penal de Orán María Soledad Filtrín Cuezzo investiga el hallazgo de los cuerpos de una joven de 22 años, ya identificada, y un hombre de aproximadamente 25 años, aún sin identificar. Ambos se encontraban en situación de calle. Este miércoles se dispuso la realización de las autopsias y se esperan los informes preliminares.

El Ministerio Público Fiscal de Salta informó que el hallazgo se produjo en una zona descampada donde funcionaba la ex cancha de Huachana, al final de la calle Pueyrredón en la ciudad de Orán. 

La presencia de los cuerpos fue reportada por vecinos el martes por la noche, y desde entonces se desplegaron medidas de preservación de la escena, peritajes y autopsias. 

El comisario Alfredo Santos, a cargo del operativo, dio a conocer que se trata de una mujer de 22 años, oriunda de la ciudad de Orán, que fue identificada por sus ropas y tatuajes, y de un hombre de aproximadamente 25 años cuya identidad aún no fue establecida. Al arribar al lugar, personal policial constató que ambos presentaban signos compatibles con ahorcamiento. 

Durante la madrugada se desplegó un amplio operativo para preservar la escena, con la intervención de la Brigada de Investigaciones y la Fiscalía Penal. En la mañana se realizaron las pericias y las autopsias para determinar las causas de muerte. 

Filtrín Cuezzo encabeza las tareas investigativas que despliega la Unidad de Investigación UGAP Orán. Mientras se espera que los resultados de las autopsias arrojen luz sobre la causa y cronología de las muertes.

En la escena del hallazgo de los cuerpos intervinieron policías del Distrito de Prevención N° 2 y personal del Samec. La Brigada de Investigaciones y la Fiscalía Penal iniciaron los primeros procedimientos.

Trascendió que ambas personas atravesaban consumos problemáticos y vivían en situación de calle. Sus identidades aún no fueron confirmadas oficialmente.

El caso expone la vulnerabilidad extrema de personas en situación de calle en zonas periféricas de Orán, donde la falta de infraestructura, presencia estatal y políticas de cuidado y de género, agravan los riesgos.