Mauricio Macri reapareció en un momento de tensión total dentro del PRO, que se mostró en la pelea a los gritos de la bancada amarilla de la semana pasada. El estudiado bajo perfil del ex presidente se cortó temporalmente solo para sacarse una foto con sus candidatos. Salomónico, Macri se mostró tanto con los que van en alianza con La Libertad Avanza como con los que la enfrentan en sus provincias. A la hora de hablar con la prensa, Macri dejó en claro que ve un escenario frágil para el Gobierno: “Es momento para ser muy prudentes. Nunca he sido de aquellos que cree en que cuanto peor, mejor”.

El ex presidente no descartó volver a encontrarse con Javier Milei, pero lo cierto es que cuando le preguntaron por esa posibilidad prefirió remarcar que hace mucho que se cortó el diálogo. “Hace más de un año que no hablamos”, fue la frase, lapidaria. Luego tuvo una reunión a puertas cerradas donde habló poco, pero dejó en claro que para el PRO después de octubre será barajar y dar de nuevo. 

Macri llegó al encuentro con los candidatos del PRO en todo el país que se hacía en la sede del partido, sobre la calle Balcarce. En la entrada, fue escueto ante los periodistas, pero no dejó de tirar algún dardo: “Es momento para ser muy prudentes. Nunca he sido de aquellos que cree en que cuanto peor, mejor”. “Lo que tenemos que aportar es tranquilidad porque no soy de los que apostó o creyó que cuando peor, mejor porque lo peor afecta a todos los argentinos”, insistió. Si hay que llevar "tranquilidad" y no conviene que se esté "peor", lo que deja flotando Macri es la mirada pesimista sobre el presente de la Argentina.

Solo tuvo una palabra positiva al hablar de Estados Unidos: “El apoyo que ha dado el gobierno americano a través del tuit del secretario del Tesoro ha sido impresionante y ha aportado una tranquilidad para poder trabajar y empezar una nueva etapa a partir del 27 de octubre”, afirmó Macri en su segundo contacto con la prensa, a la salida del encuentro.