La inflación de noviembre en la ciudad de Buenos Aires fue del 2 por ciento y acumuló 44,8 en los últimos doce meses, según informó ayer la dirección de Estadìstica del gobierno porteño. Desde que Alfonso Prat Gay dijo los primeros días de noviembre del año pasado que Cambiemos produciría un aumento del dólar, pero prometió que eso no impactaría en los precios porque éstos ya estaban fijados al valor del blue, que cotizaba a 15 pesos, la inflación fue de casi 45 por ciento, cerca del doble del 23,8 que había marcado en octubre del año pasado en los doce meses previos. Es decir, su afirmación resultó un grave error. De hecho, el ministro dijo en enero que la inflación de este año sería de entre 20 y 25 por ciento, pero solo en once meses, entre enero y noviembre de este año, ya marcó 39,3, la mayor tasa desde la salida de la convertibilidad.

El mes pasado, el incremento de precios estuvo movilizado por bebidas alcohólicas y cigarrillos, prendas de vestir y calzado, servicios básicos, el pasaje del subte, la tarifa del taxi y la telefonía celular. La inflación sigue por encima del promedio que registró el año pasado hasta la aceleración previa a las elecciones. En el medio, el salario real cayó varios puntos y se destruyó empleo. De esa forma se cumple el primer aniversario de la frase de Alfonso Prat-Gay, quien luego asumiría como ministro de Hacienda y Finanzas de la Nación: “El precio del dólar oficial no afecta a nadie”. 

El rubro de transporte subió el mes pasado un 2,7 por ciento a partir de un incremento del pasaje de subte del 66 por ciento, de 4,50 a 7,50 pesos, y por la suba del 15 por ciento en el servicio de taxis. El segmento de vivienda, agua y electricidad aumentó un 3 por ciento. Según el organismo porteño, ese desempeño se explica por el “efecto arrastre” de la suba de la tarifa de gas que entró en vigencia el 7 de octubre luego de la audiencia pública que forzó el fallo de la Corte Suprema. Pero, además, subieron los alquileres y otros gastos de vivienda.

Los precios de los bienes y servicios del rubro de recreación y cultura crecieron 1,9 por ciento a raíz del aumento de los abonos de servicio de televisión, que ya adelantaron un nuevo incremento para enero de 2017. También subieron los paquetes turísticos. Las prendas de vestir y calzado se elevaron un 2,8 por ciento a raíz del ingreso a las tiendas de la indumentaria de la temporada de verano. A nivel de bienes, aguas minerales, bebidas gaseosas y jugos subieron 3,3 por ciento; los vinos avanzaron 5,7 por ciento; aceites y grasas, 2,3 por ciento, y las frutas, 3,3. En telefonía celula, Movistar ajustó sus tarifas 10 por ciento.

El Gobierno porteño publica una lista de precios medios. La comparación del informe del mes pasado frente a noviembre de 2015 arroja los siguientes resultados: el jabón en pan de 200 gramos subió de 6,85 a 10,40 pesos (51,8 por ciento); el detergente de vajilla, de 11,77 a 16,48 (40,0) y la lavandina, de 11,48 a 14,88 (29,6). Entre los alimentos, el kilo de pan francés tipo flauta aumentó de 26,21 a 36,10 (37,7); el arroz blanco simple, de 14,84 a 17,74 (19,5); fideos secos, de 11,99 a 14,20 (18,4); lentejas secas, de 21,77 a 25,10 pesos (15,3).

El kilo de asado en noviembre de 2015 estaba en 86,29 pesos y ahora ronda los 113,44 pesos (una suba del 31 por ciento), la carne picada común pasó en el mismo período de 49,05 a 67,60 (37,8 por ciento). La leche común entera avanzó de 10,95 a 16,79 (53,3 por ciento); el aceite de girasol, de 22,53 a 46,98 pesos (108,5 por ciento) y el kilo de azúcar blanca subió de 10,74 a 15,17 pesos (41,3).

La inflación interanual en noviembre marcó el 44,8 por ciento. Hace un año, el alza de precios entre noviembre de 2014 y el mismo mes de 2015 se ubicaba en el 23,8 por ciento. El compás de la suba de la inflación, el salario real cayó varios puntos en prácticamente todos los sectores de la economía y aumentó el nivel de desempleo. De esa forma, se cumple un año del vaticinio del ministro Prat-Gay: “Con nuestra propuesta, que será coherente con un programa económico, lo que va a suceder es que subirá el dólar oficial, que prácticamente no afecta a nadie, y van a bajar los otros que afectan a la gran mayoría de la población”. En precios, el impacto fue el mayor en más de una década.