Alejo Sarna milita en el Movimiento Derecho al Futuro (MDF), es concejal por Fuerza Patria en Campana, preside el bloque y acaba de ser reelecto en su cargo para los próximos cuatro años. 

Graduado en Relaciones Internacionales sostiene que, en esa ciudad, el resultado electoral se explica, en su distrito, por una combinación de factores nacionales y locales: la certeza en la población de que el proyecto libertario es "profundamente antiindustrial" y el "cansancio" que generan diez años de gobierno de Sebastián Abella.

En 2015, apalancado en el discurso vacuo del cambio y la ola amarilla que encarnaban las boletas de Mauricio Macri y María Eugenia Vidal, Abella logró imponerse a la histórica intendenta justicialista, Estela Giroldi

Desde el año pasado, imitando a escala local los movimientos de su jefe político, Diego Santilli, Abella se fue acercando gradualmente al gobierno de los hermanos Milei, aún antes de que esa estrategia contara con al bendición del mandamás del PRO, el ex presidente Mauricio Macri

Para el dirigente, el reciente resultado electoral es un síntoma inequívoco de que un largo ciclo, una década durante la cual el electorado local prefirió opciones liberales al peronismo, comienza a cerrarse. Esa certeza los obliga a actuar con una responsabilidad política aún mayor.    

Tras la victoria peronista del 7 de septiembre, la mayoría que responde al intendente en el Concejo Deliberante no será tan cómoda. Ingresarán cinco concejales por Fuerza Patria y cinco por el oficialismo. El peronismo tendrá un bloque de ocho, frente a los diez que responden a Abella. Los otros dos, originalmente libertarios, tienen una relación inestable con el ejecutivo y nadie se atreve a pronosticar su comportamiento, ahora que la estrella de Milei comienza a decaer. 

--Lograron ganarle a un intendente PRO-LLA muy consolidado. ¿Qué expectativas hay para repetir en las elecciones nacionales?

--Lo primero que notamos es que, después de las elecciones bonaerenses, al interior de la militancia hay un entusiasmo enorme. Hace poco tuvimos una reunión para coordinar la agenda de campaña. Vinieron el triple de compañeros que en la misma reunión previa a la elección bonaerense. Algunos, que habían perdido la esperanza, la recuperaron. Hay una energía renovada. 

--¿Con quién es el enojo mayor en la calle? ¿Con Milei o con Abella?

--Hay una conjunción de factores. Lo más relevante es que esta es una ciudad industrial y la gente se dio cuenta de que el proyecto de Milei no incluye la industria, entonces no hay destino posible con él como presidente. Las principales industrias del distrito están atravesadas por conflictos: Tenaris, del Grupo Techint, la refinería de Pan American Energy y la ensambladora de motos de Honda. A eso sumale que la planta que ensamblaba KTM ahora importa motos terminadas porque le sale más barato, son sesenta familias en la calle.

--¿Y cuál es la respuesta desde el municipio?

--La secretaría de Desarrollo Social está a cargo de Elsa, la hermana del intendente. Por definición, no da respuesta. Conozco muchísimos casos de familias golpeadas por la crisis y el desempleo que van a golpear esa puerta y no los atienden.

--¿Por qué sucede eso?

--Por insensibilidad, básicamente. Cuando Abella se pinta de violeta no es sólo por una especulación o conveniencia política. Es porque hay una mirada compartida, una ideología común, basada en el sálvese quién pueda y en el desinterés por el otro. Eso es lo que hay detrás de la motosierra. A eso también se le dijo basta el 7. Sumale la corrupción y la impunidad.

--¿En qué están las causas? ¿La de los proveedores del municipio que eran sponsor del auto de TC?

--Todas avanzan muy lentamente. Pero lo que hizo alrededor de la plaza principal cayó muy mal, incluso en su electorado. Un día hábil, cerca de la medianoche, cerró los accesos, desatornilló los reductores de velocidad y organizó una carrera de karting con sus amigos. 

--¿Pero fue un evento solidario o algo así?

--No, no. Esto fue a mediados de agosto, en plena campaña electoral. nos enteramos por el ruido, creímos que era una picada clandestina y nos encontramos con personal del área de tránsito. Nuestro bloque presentó un pedido de informes que aún espera respuesta. También hay una deuda enorme en materia de transparencia y acceso a la información pública. 

--¿La ciudad vuelve a mirar al peronismo con cierta expectativa?

--Hicimos la mejor elección en catorce años. La última vez que metimos cinco concejales fue en 2011. Logramos una unidad muy sólida, no fue algo forzado para cerrar una lista, y eso tiene un valor.