“Algo que me encanta del premio es que se lo dieron a mi viejo en el 85, en el 95 y post-mortem en el 2005 y lo fui a recibir con mi hermano, entonces esto es algo más que comparto con mi viejo y es algo que me recontra emociona, y creo que no debe haber muchos padres e hijos que hayan recibido ambos el Konex”, cuenta Pablo Agri. El violinista será distinguido con el Kónex de Platino el próximo 11 de noviembre en la categoría “solista instrumental”. Además, el notable músico acaba de lanzar Con todo (por Club del Disco) junto a Horacio Romo (bandoneón) y Emiliano Messiez (piano), la segunda placa del trío, este grabado en Nueva Jersey con la participación de John Patitucci, Leo Genovese, Hugo Fattoruso y Yamandú Costa. Y entre toda esa actividad, Agri también viajará a la provincia de Córdoba, donde se presentará junto a la Orquesta Filarmánica para presentar el espectáculo Tango filarmónico, invitado por los propios músicos de la orquesta.
“Aparte de haber sido un gran artista, mi viejo fue un gran padre. Creo que mi camino es también gracias a la forma en la que él vivió la música: de una manera simple, no competitiva. Y yo siempre voy a ser el hijo de Antonio”, acota Agri.
A la emoción del premio se suma la del nuevo disco. En Con todo, el trío repite la premisa de su primera grabación conjunta: priorizar las nuevas composiciones y limitar las versiones a un par, con el objetivo de incorporar más fácilmente a sus colegas invitados. Incluso, cada uno de ellos se reserva un tema para tocar como solista. “Hacer el arreglo para violín solo me lleva muchísimo tiempo, porque la idea es que el tema tenga virtuosismo, pero que no pierda peso. No quiero el capricho de tocar siete mil notas que no conducen a nada. Y al mismo tiempo, quiero alguna armonía medio moderna sin perder la esencia del tango verdadero. Y algún jueguito, ¿no? La chicharra, algún efecto de esos que son clásicos del tango”.
El primer disco del trío, Ahora (2022) fue nominado a los Grammy y gozó de mucho reconocimiento. “La idea ahora fue, como en el primero, que hubiera mayor parte de temas nuestros. Dos de cada uno, originales y que no hubiesen sido grabados. Y después sumamos ‘Solitude’, ‘Corralera’ y ‘Nieblas del Riachuelo’, para los invitados”, explica Agri. Aunque la partitura guió el proceso (y unos arreglos de Cristian Zarate y de Juan Esteban Cuacci), hubo algún espacio para la inspiración, en las introducciones de los temas.
En Con todo hay dos composiciones de Agri. “De UNA”, dedicado a la Universidad Nacional de las Artes, en las que el violinista es docente. Y “Toto”, suerte de ofrenda a uno de sus hijos. “Si se los doy a Cristian o Juan Esteban para arreglar es porque siento que a ellos les van a quedar más lindos. Muchas veces cuando estoy componiendo les voy mostrando lo que estoy haciendo, porque nos vemos seguido”.
“Reservarnos un tema cada uno es una buena idea. Cuando tocamos en vivo también lo hacemos, y hay una cosa bastante de patio de juegos en eso”, reflexiona el violinista. Aunque viven y trabajan a distancia, cuando se junta a tocar pasan a compartir muchísimo tiempo juntos. “Emiliano vino un mes y si vamos para allá...”, señala. Agri destaca la dinámica del grupo, que lejos de buscar eclipsar a los compañeros –una tentación grande cuando se juntan tantos talentos- busca potenciarse. “No tenemos esa competencia del ‘correte que ahora toco yo y vos no vas a tener lucimiento’”, celebra.
De la misma manera, las ganas de poner temas propios ahí no supone un desprecio a la tradición –que, al contrario, abrazan- ni a quienes se embanderan en los clásicos. Es sencillamente ganas de aportar al género, a que crezca. “Aportar algo nuevo, distinto”, sintetiza. “Mi viejo me decía que hay temas que si tocás, la gente va a aplaudir sí o sí en cuanto empiezan, pero al mismo tiempo, es muy poco lo que podés sumar desde ahí, pero ya si tocás otro tema, capaz menos conocido, lo que lográs es que la gente se va enterando, ¿viste? Y con la música nueva pasa lo mismo. Hacer estos temas para nosotros es darle a la gente esas cosas nuevas y buscar nuestro propio lenguaje”.


