La suba de precios en la Ciudad de Buenos Aires fue del 3,3 por ciento en diciembre y llegó al 26,1 por ciento en el año, informó ayer el organismo de estadísticas porteño. El índice del mes pasado estuvo influenciado por el incremento en las tarifas residenciales de gas por red y electricidad dispuesto por el Ministerio de Energía, que aportó 1,8 puntos porcentuales a la inflación total. La inflación de diciembre fue la más alta en un año y medio y llevó la suba de precios del año al nivel de 2013 y 2015 según los propios datos oficiales de la administración porteña.

En octubre de 2015 la inflación acumulada en doce meses era del 23,8 por ciento y venía bajando. En noviembre y diciembre de ese año hubo una disparada por el preanuncio de devaluación de Alfonso Prat Gay y luego la concreción de esa medida. Con ello, la inflación de 2015 terminó en 26,9 por ciento, de acuerdo a los datos del gobierno porteño. Para ese ente estadístico, 2014 y 2016 registraron un nivel de inflación del 38 y 41 por ciento, respectivamente. En tanto, la inflación medida por la Ciudad en 2013 fue del 26,6 por ciento.

En diciembre, el rubro vivienda, agua y electricidad subió 11,7 por ciento frente al mes anterior y acumuló en doce meses un alza del 50,7 por ciento a raíz de la política de quita de subsidios que impacta en los valores de las tarifas de los servicios públicos. Este rubro explicó 7,61 puntos porcentuales de los 26,1 que registró la inflación a lo largo del 2017. El otro capítulo que en diciembre terminó por arriba de la media fue Salud, con una suba del 3,5 por ciento impulsada por el avance de las cuotas de las empresas de medicina prepaga. En el año, el incremento es del 26,7. También se destacó el avance de restaurantes y hoteles en un 2,7 por ciento y del 2,2 en transporte a raíz del incremento en los combustibles. Equipamiento y mantenimiento del hogar avanzó un 1,9 por ciento.

En diciembre sobresalió la suba de frutas (3 por ciento), café, té, yerba y cacao (1,9), cerveza (2,4), alquileres (2,5), seguros médicos (6,0) y paquetes turísticos (10,9). Entre los alimentos de mayor consumo, pan y cereales subió 1,2 por ciento; carnes y derivados, un 0,7; productos lácteos, 0,6 y azúcar, dulces, chocolate y golosinas, un 2,1 por ciento. En cambio, las verduras, tubérculos y legumbres bajaron en promedio un 5,1 por ciento.