Luego de tres semanas de vacaciones en Villa La Angostura, el presidente Mauricio Macri volverá a Buenos Aires, en donde tendrá una semana agitada antes del inicio de una gira internacional el próximo domingo. El mandatario estará hoy junto al jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, en una recorrida por las obras de la Villa Olímpica, y en estos días encabezará una reunión de gabinete ampliado. Uno de los temas que definirá antes de partir hacia el Foro de Davos es si habrá o no extraordinarias en febrero. De todas formas, en Balcarce 50 descartan que la reforma laboral vaya a estar entre los temas a tratar el mes que viene. Tras el DNU que modificó 190 leyes, en el Gobierno indican que este año el Congreso tendrá mucho menos protagonismo que los anteriores. “Hay que acostumbrarse a gobernar sin pasar todo el tiempo por el Congreso”, sostienen por estos días, quizás como secuela de las jornadas de diciembre.

Macri extendió dos veces su descanso en el sur que, en principio, iba a ser sólo para fin de año. De hecho, armó una suerte de despacho sureño en el exclusivo country Cumelén, en donde recibió a gobernadores y ministros para prolongar sus vacaciones. Pero todo lo bueno termina, y el presidente estará de vuelta hoy con actividades oficiales en la Ciudad de Buenos Aires. Para hoy por la mañana, tiene previsto acompañar a Larreta en una recorrida por las obras de la Villa Olímpica, que está siendo construida en Lugano para albergar a los atletas durante los Juegos Olímpicos de la Juventud que se harán en octubre de este año en Buenos Aires. Luego tendrá reuniones con los funcionarios del gabinete económico y con la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley.

Macri tendrá un raid de actividades esta semana tanto en Casa Rosada como en la Quinta de Olivos, dado que el domingo volverá a viajar, esta vez como parte de una gira internacional que incluirá Rusia, Suiza y Francia. Entre las actividades previstas, habrá un encuentro bilateral con el presidente ruso Vladimir Putin. Luego Macri desembarcará en el Foro Económico Mundial, en Davos, donde buscará mostrar que la Argentina está haciendo los deberes ante los organismos multilaterales de crédito. Por último, el mandatario se reunirá con el presidente de Francia, Emmanuel Macron.

Esta semana, además, habrá una reunión de gabinete ampliado, a la que asistirán todos los ministros y las principales autoridades del Congreso. Uno de los temas de discusión es la reforma laboral, cuyo tratamiento se frustró en diciembre. En medio de una oleada de denuncias por presunta corrupción contra dirigentes sindicales promovidas por la UIF, el oficialismo buscará apretar las clavijas hacia las sesiones ordinarias para aprobar la reforma. Ya está descartado que se traten en febrero. “No tiene sentido meter ruido”, comentaban en la Rosada. “Esa ley tenemos que trabajarla más. Tenemos que masajearla”, entendieron los funcionarios del ala política, luego de las flamígeras jornadas de diciembre. 

Eso no significa que las sesiones extraordinarias estén del todo descartadas. Las negociaciones con los gobernadores y el bloque del PJ que conduce Miguel Pichetto siguen y podrían tratarse otros proyectos. Todo se definirá esta semana, antes de que Macri viaje. El resto de las iniciativas quedará para las ordinarias, que este año tendrían menos peso que los anteriores.

Por estos días, en los pasillos de Balcarce 50 circula la idea de bajarle el precio al Congreso, luego de esas sesiones que terminaron con un recorte a los aumentos de los jubilados en medio de represión, escándalo y –lo que más preocupó a la mesa chica PRO– una fuerte pérdida de imagen positiva del presidente. “Hay que acostumbrarse a gobernar sin pasar todo el tiempo por el Congreso”, indicaban en la Rosada, sin asociarlo a lo ocurrido en diciembre. “No tenemos grandes temas para tratar este año en el Congreso”, buscaban justificar. No es del todo cierto: además de la reforma laboral, Macri volverá a la carga este año con la reforma electoral (que incluye el polémico voto electrónico) y con diversas reformas en el Poder Judicial, en Ministerio Público Fiscal y Consejo de la Magistratura. Temas que no pasarán desapercibidos. 

El DNU que modificó unas 190 leyes puede haber sido un “gesto de autoridad” del presidente ante un Congreso díscolo. En la Rosada, buscaron mostrarse despreocupados ante las críticas que vienen recibiendo. No prevén que las dos cámaras puedan llegar a anular ese decreto. Tampoco piensan que los complicarán las inminentes presentaciones judiciales de Margarita Stolbizer y otros opositores por el DNU de Macri. Casualidad o no, ayer la secretaria de Lucha contra la Corrupción, Laura Alonso, la cuestionó en diálogo con FM Milennium: “Durante un tiempo le tuve mucho respeto a Margarita Stolbizer. En el último tiempo sus comentarios, en busca de títulos me parecen poco serios”.