Zhong Zhong y Hua Hua. Así se llaman los primeros monos clonados de la historia. Son dos macacos hembras que fueron clonados en la Academia de Ciencias de China y cuyos nombres juntos quieren decir “Nación China”. Se trata de un hito similar al de la oveja Dolly, el primer mamífero clonado en la historia. Los chinos usaron la misma técnica que la utilizada en el Reino Unido en 1997, con un avance que abre las puertas a la posibilidad de la clonación humana.

Desde Dolly se habían clonado 23 especies de mamíferos, pero los científicos no habían podido todavía con los monos. En rigor, se había clonado un mono en 1999, pero por un método distinto, dividiendo un embrión en dos para tener gemelos.

En China se logró a fines del año pasado la clonación de los macacos a través de la transferencia nuclear de células somáticas. El procedimiento consiste en introducir el núcleo de una célula con ADN dentro de un óvulo al que previamente se le quita el núcleo. Los chinos desarrollaron 109 embriones y sólo consiguieron seis embarazos, de dos de ellos nacieron los macacos. El éxito pasó por el uso de factores epigenéticos para facilitar el proceso.

“No hay barreras para clonar primates, por lo que la clonación de humanos está más cerca de hacerse realidad”, aseguró Mu-ming Poo, uno de los responsables del proyecto, quien además consideró que “el primer grupo de clones serán modelos de enfermedades neurodegenerativas”. Es que los macacos clonados abren la posibilidad de avanzar en el estudio del Alzheimer y el Parkinson, además del cáncer.

Según Mu, “para muchas dolencias, sobre todo mentales, necesitamos nuevos modelos animales más parecidos a los humanos que los ratones. Muchos fármacos que resultan efectivos en ratones contra enfermedades cerebrales resultan inefectivas en humanos y causan efectos secundarios serios”.

Con todo, Qiang Sun, otro de los responsables de la investigación, advirtió que no tienen intención de “aplicar este método en humanos”, sino que su objetivo es producir animales que sean “útiles para la medicina”.

La mayoría de los estudios de la industria farmacéutica son sobre monos y el avance que se anunció hoy permitiría disminuir la cantidad de simios para pasar a reemplazarlos por clonados. “Usar monos clonados reducirá el número de ejemplares en estudios farmacológicos, con lo que en este sentido sería mucho más ético”, estimó Mu.