El Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina y obispo de San Isidro, Oscar Ojea, fue recibido ayer en la sede de Abuelas de Plaza de Mayo por la titular de la asociación, Estela de Carlotto. El encuentro dio continuidad al diálogo institucional iniciado entre Abuelas y la jerarquía católica y cuyo propósito fundamental es colaborar en la identificación de más nietos y nietas nacidos en cautiverio. La reunión fue calificada de “cálida” y permitió avanzar en la colaboración entre el episcopado católico y Abuelas. Con ese propósito se propuso generar instancias de coordinación institucional a fin de agilizar los contactos y optimizar los resultados.

Semanas atrás se conoció por boca del obispo castrense, Santiago Olivera, la existencia de un “libro de bautismos” de la capilla Stella Maris, ubicada en la ex Esma. Desde el Vaticano el propio Olivera dijo que pondría ese documento a disposición de los organismos defensores de derechos humanos con el fin de cruzar la información allí existente y aportar al esclarecimiento de la identidad de niños y niñas apropiados. El tema fue objeto de intercambio entre Ojea y Carloto y el obispo se comprometió a colaborar en esta tarea. 

Además de los temas de interés específico, el encuentro dio la posibilidad de dialogar sobre la situación general de los derechos humanos en el país y la visita del Papa Francisco a Chile y Perú. El obispo Ojea participó de la etapa chilena de la gira papal y, en su oportunidad, se manifestó muy satisfecho de sus resultados y al mismo tiempo planteó públicamente sus críticas a la manera como se informó en la Argentina sobre el acontecimiento religioso popular vivido en el país trasandino.

De la reunión en Abuelas además de Estela de Carlotto participaron la abuela Buscarita Roa, el secretario de la institución, Abel Madariaga, y colaboradores de las distintas áreas. A lo largo de la entrevista se habló también sobre la necesidad de quebrar los pactos de silencio que impiden acceder a información sobre el paradero de los desaparecidos y se conversó sobre las distintas acciones que se podrían llevar a cabo desde la Iglesia Católica para colaborar tanto en la difusión de la búsqueda como en el aporte de información que podría ser útil para la investigación sobre el destino de los nietos y nietas apropiados.

Tanto Abuelas como los restantes organismos defensores de los derechos humanos están solicitando a las autoridades de la Iglesia Católica mayor flexibilidad en el acceso a información útil para la identificación de personas desaparecidas que pueda constar en los archivos eclesiásticos. Se entiende en estos organismos que el “protocolo para la consulta del material archivístico” establecido por la Iglesia tiene alcances muy reducidos, entre otros motivos porque solo pueden solicitar información las víctimas, los familiares de los desaparecidos y, en el caso de eclesiásticos y religiosos, sus respectivos obispos y superiores mayores.

Según lo señalaron fuentes de Abuelas de Plaza de Mayo, el Presidente de la Conferencia Episcopal “se mostró muy bien predispuesto a colaborar desde su lugar con la lucha de las Abuelas” y expresó que “al ocultar la identidad de una persona se oculta la identidad de una Nación”. 

En el diálogo también se hizo mención al aporte que algunos sacerdotes y obispos como Enrique Angelelli, Miguel Hesayne y Jorge Novak, hicieron a la causa de los derechos humanos en la Argentina. 

El obispo Ojea, junto con los miembros de la Comisión Ejecutiva del Episcopado, viajarán a Roma en los próximos días para reunirse allí con el papa Francisco. Según se informó desde la Conferencia Episcopal, el sábado 3 de febrero mantendrán una audiencia privada en el Palacio Apostólico mientras que dos días antes participarán de la celebración de la Eucaristía que presidirá Francisco en la capilla de la Casa Santa Marta. Ojea será acompañado por los demás integrantes de la mesa ejecutiva: el cardenal Mario Poli; el obispo de La Rioja, Marcelo Colombo y el obispo de Chascomús, Carlos Malfa.