El dólar cerró ayer a 19,93 pesos, con una suba de 27 centavos. El tipo de cambio alcanzó un récord pero además marca una tendencia. En el mercado descuentan que en los próximos días superará los 20 pesos y aseguran que esta suba esta bien vista por varios funcionarios del área económica. La baja de la tasa de interés del Banco Central anteayer potenció la dolarización de cartera como conducta de grandes inversores. Los fondos de inversión tomaron nota de que las autoridades del Central ya no toman sus decisiones de tasa en forma autónoma, sino que dependen del reclamo explícito del Poder Ejecutivo para llevar en forma gradual la tasa a niveles cercanos al 20 por ciento. 

 Algunos operadores estimaron que el avance del dólar de ayer es un arma de doble filo. Frente a la tendencia a la dolarización de carteras, a la autoridad monetaria se le hará cuesta arriba el control del mercado aunque se jacte de tener reservas internacionales en niveles récord. En el mercado de futuros se pactaron ayer a 23 pesos los contratos de dólar para fin de año, pero todos los días se va corriendo para arriba la cotización. 

 La suba del dólar minorista en los últimos cuatro días hábiles fue de 80 centavos (4 por ciento). Estos aumentos en forma de saltos que registra el dólar generarían, según economistas de distintas corrientes, efecto sobre los precios del mercado interno. “Todo tipo de devaluación te afecta en los bienes transables. Por ejemplo, en los precios de los alimentos. Y eso va a tener influencia sobre las tarifas y sobre los servicios públicos”, indicó Arnaldo Bocco, director de la carrera de Economía de la Universidad Metropolitana para la Educación y el Trabajo (UMET). Adelantó que “una vez pasada la barrera de los veinte pesos, va a haber una escalada de precios mucho mayor. Suben los insumos que son exportables como la leche, la carne, el aceite, que son parte de la canasta de consumo masivo”, aseguró.

 El director ejecutivo de Libertad y Progreso, Aldo Abram, aseguró también que los precios pegarán un salto. Apuntó que este fenómeno estará potenciado por la baja de la tasa de interés y la mayor emisión monetaria. Mencionó que “la devaluación llevará en unos meses a tener que reforzar la suba de tarifas de servicios (como la luz y el gas) y en lo inmediato a un aumento de precios en las góndolas de los supermercados”. Hay un elemento que es claro. El precio de los combustibles, que tiene gran impacto sobre la inflación del mercado interno, aumenta en dólares por el avance del crudo a nivel internacional. El barril de petróleo todas las semanas alcanza nuevo pico de los últimos tres años. Si a esto se le suma el incremento del tipo de cambio, el precio de la nafta y de la energía eléctrica, la cual demanda importaciones de gas (cuyo precio se mueve en línea con el del petróleo), tendrán que ajustar doblemente.

 Otro de los que opinó sobre el impacto del dólar en los precios fue el ex viceministro de Economía Emanuel Álvarez Agis. “Básicamente, se está pensando que generar inflación (bajando la tasa de interés) va a reactivar el mercado interno, pero es al revés”, consideró. Argumentó que “tener un dólar más alto puede ser una buena noticia para el ingreso de los exportadores, aunque en general provoca recesión”. El ex funcionario dijo que “el consumo masivo, con la suba del dólar, se va a resentir. Y lo mismo va a pasar con los insumos de uso difundido que están dolarizados. El plástico, el cemento, el asfalto también a van a subir de precio”.

 En lo que refiere a la bolsa porteña, se anotó una suba de 2,1 por ciento y alcanzó un nuevo récord. Una de las acciones que más subió fue Petrobras, con un incremento del 11 por ciento. La suba estuvo asociada a los elementos políticos de Brasil, en donde la justicia ratificó la condena al ex presidente Lula Da Silva. 

Otras acciones con fuerte aumento fueron Central Costanera (7,6 por ciento) y Central Puerto (7,0). Por el contrario, las que marcaron baja fueron Holcim (-0,7 por ciento), Cresud (-0,4 por ciento) y Transportadora Gas del Norte (-0,1). 

Un elemento para destacar de la situación política de Brasil es que la moneda de ese país, el real, se apreció un 2,4 por ciento respecto del dólar. Esto potencia la devaluación de los últimos días en la Argentina.