Tras la confirmación de los 200 despidos dispuestos por la intervención de Yacimientos Carboníferos de Río Turbio (YCRT), un grupo reducido de 12 empleados mantuvo tomada durante varias horas la Mina 5, ubicada en el suroeste de la provincia de Santa Cruz. Sin embargo, ante la amenaza de que las cesantías alcanzaran a 700 empleados, los mineros que ingresaron al socavón durante la madrugada decidieron levantar la medida de fuerza para demostrar su voluntad de diálogo, que continuará esta tarde en Buenos Aires. En Río Gallegos y Río Turbio, mientras tanto, habrá movilizaciones de familiares y afiliados a a los tres sindicatos involucrados, Asociación de Personal Superior, Luz y Fuerza y La Fraternidad.

Luego de que la semana pasada la administración de YCRT enviara 200 telegramas de despidos y advirtiera que tenía en carpeta otros 500, un grupo de operarios, acompañado por sus familias, inició una protesta pacífica frente al ingreso de la Mina 5, custodiada por Gendarmería.  Ayer por la noche, una parte de los manifestantes ingresó al socavón, ubicado a 7 kilómetros de la entrada principal y a más de 300 metros de profundidad. “Los compañeros tienen la decisión bien tomada, los compañeros no van a salir, están convencidos de que no queda otra forma que hacer el aguante desde adentro, están fuertes”, había subrayado anoche Cristian Gordillo, secretario adjunto de ATE en declaraciones reproducidas por la Agencia Cadena del Sur.

Ante la profundización de las medidas de fuerza, el interventor del yacimiento, Omar Zeidán, dio por terminadas las negociaciones y, a través de un comunicado, ratificó los despidos y cargó contra los sindicatos estatales, en consonancia con la campaña oficial de descrédito contra las organizaciones gremiales. “Ya lo dijimos, los telegramas no se retrotraen y hay mucha gente que, aún sin haberlo recibido, aceptaron solicitar el retiro voluntario”, aseveró Zeidán, quien acusó a ATE de "operar en defensa propia, utilizando a los trabajadores para sus fines”.

Al brutal recorte de personal, el Gobierno nacional sumó también una reducción del 18,5 por ciento del presupuesto destinado a la mina. A pesar de que el jefe de Gabinete, Marcos Peña, había anunciado durante su último informe en el Senado un recorte en salarios y gastos operativos de alrededor del 10 por ciento, el interventor en YCRT fue más allá y aplicó un ajuste general del 18.5 por ciento.