Al inicio de la semana en que se abrirán las paritarias docentes en la mayoría de las provincias, las cartas ya están echadas en el distrito clave, el que marcará la pauta para todo el país: en Buenos Aires, el Frente de Unidad Docente adelantó que exigirá un aumento salarial del 20 por ciento, más una cláusula gatillo supeditada a la inflación, mientras que la gobernación de María Eugenia Vidal, encaramada en el techo que pretende establecer la Nación, dejó trascender que ofrecerá un incremento de 15 puntos, en cuotas.

La primera reunión paritaria fue convocada por Vidal para el próximo jueves, pese a que el actual ministro de Educación de la Nación, Alejandro Finocchiaro, cuando era director de Cultura y Educación de la provincia se había comprometido a convocar a los docentes en noviembre. El llamado recién se concretó la semana pasada.

Los maestros bonaerenses no aceptarán un aumento del 15 por ciento, ni aún con el supuesto compromiso de revisión dentro de nueve meses que propondría la provincia. Lo dejó en claro ayer Roberto Baradel, secretario general del Suteba, el sindicato de base de Ctera en el distrito, integrante del Frente de Unidad Docente junto a los gremios FEB, Sadop, AMET y Udocba (este año, UDA negociaría por afuera del frente). Para Baradel, el gobierno de Vidal “no debería tener ningún problema” para atender el reclamo de los maestros, dado el “pacto fiscal” que mejoró el presupuesto de la provincia en unos 40 mil millones de pesos. “Ya no está la pesada herencia, como decían antes, ni pueden esgrimir falta de dinero”, dijo, y les pidió a las autoridades de Cambiemos que asuman una actitud “mucho más dialoguista para poder avanzar” en las negociaciones y allanar el camino para el inicio de las clases, previsto para el 5 de marzo. 

El dirigente del Suteba descartó de plano una oferta del 15 por ciento de aumento, con el argumento de que eso, ante el actual avance de la inflación, implicaría “bajar los salarios a los docentes y estatales de la provincia”. Baradel recordó que “la pauta de las consultoras ya está en el 20 por ciento” y, en ese contexto, remarcó como “muy importante” la inclusión en el acuerdo paritario de otro incremento directo en caso de una trepada inflacionaria: “Pedimos la cláusula gatillo con un aumento automático sobre la base de la inflación”, dijo. El Frente de Unidad Docente, insistió, no aceptará un compromiso de la gestión de Vidal para reabrir la paritaria dentro de nueve meses porque la gobernación “ya incumplió un entendimiento similar en 2016”.

Esta semana se abrirán también las negociaciones salariales con los maestros en la mayoría de las provincias, cuyas arcas fueron disminuidas por el mismo “pacto fiscal” que benefició a Buenos Aires. 

Hasta ahora, la única paritaria docente concluida es la de Misiones, donde la gobernación de Hugo Passalacqua logró firmar un incremento salarial del 15,5 por ciento, sin cláusula gatillo. Pero los gremios Sadop, AMET y UDA rechazaron el acuerdo, del que sólo participaron los gremios UDPM y Sidepp. El dato llamativo del acuerdo es que incluye una baja en los aportes jubilatorios, que inicialmente se encontraban en el 21 por ciento y luego habían pasado al 19; a partir de ahora, quedarán reducidos al 14 por ciento. Según las autoridades provinciales, ese “es el porcentaje razonable y que resguarda a todos los jubilados y a los que vendrán”. Los 5 puntos restados a la caja previsional se trasladarán al sueldo básico de los docentes misioneros, pero en dos cuotas: el 1,5 en febrero y el 3,5 en abril.

Las negociaciones con los maestros ya están en marcha en Córdoba desde la semana pasada, mientras que en Santa Fe la convocatoria aún se demora. En Santa Cruz, la primera reunión está prevista para el viernes. En Salta, Chaco y Neuquén esta semana llamarán a los maestros.