Obras, performances, un ciclo de lecturas y una feria de libros conforman la programación de Pequeña Voz, festival ideado por la directora y dramaturga Mariana Mazover con el propósito de cruzar el teatro y la poesía joven contemporánea. La columna vertebral de este encuentro en Timbre 4 es un conjunto de miniaturas teatrales: ocho directores fueron invitados a crear sus trabajos a partir de libros de ocho poetas. Esta actividad central se desarrolló el año pasado con formato de ciclo, así que es el antecedente del festival. Hoy a la noche comienzan dos semanas de programación simultánea en todas las salas del espacio del barrio de Boedo. “Me conmueve el cruce de mundos, cómo los directores logran proyectar materiales tan personales y propios a partir de algo tan ajeno, con una unidad tan determinada. Es mágico”, expresa Mazover a PáginaI12.

El ciclo central será en la sala de Boedo 640. Las miniaturas duran tan sólo 25 minutos y están organizadas en dípticos, con el fin de armar un diálogo entre poéticas y estéticas. El montaje está pensado en dos salas distintas para que el público deba desplazarse. Los ocho poetas invitados en esta ocasión son Cecilia Pavón, Francisco Garamona, Félix Bruzzone, Martín Rodríguez, Santiago Venturini, Eloísa Oliva, Noe Vera y Carlos Godoy. Los directores son Ignacio Sánchez Mestre, Jorge Eiro, Flor Dyszel, Cecilia Meijide, Santiago Gobernori, Romi Sak, Victoria Roland y Natalia Chami.

El origen del proyecto se remonta a febrero del año pasado, luego de que creciera el interés de Mazover por la poesía contemporánea y por investigar las posibilidades que le ofrecía al teatro actual. Hubo dos ediciones de Pequeña Voz como ciclo; la segunda fue en septiembre. Pero antes, en mayo, la directora acercó la idea a Timbre 4, donde se formó. Y entonces el ciclo viró a festival, siempre a pulmón. Con más propuestas, algunas gratuitas para que sea “más inclusivo”. “Tenemos la sensación de estar construyendo algo con dos fuerzas en conjunto: el teatro y la literatura independiente. Es una fuerza colectiva”, se entusiasma la directora de Mil Federicos y Esquinas en el cielo, entre otras. También cuenta que en esta edición, Pequeña Voz se propone “ocupar Timbre 4”. Es que se sumó, a la idea original de cruce de lenguajes, la potencia que otorga el espacio en sí.

“Quise construir un desafío nuevo, para que no se me volviera rutina… porque la primera vez es la magia de hacerlo existir y probar la fuerza de la propuesta de experimentación. No quería dejar de hacerlo ni que se volviera rutinario. La opción era buscar una forma de hacerlo crecer”, relata Mazover. La sala de México 3554 será el espacio de la programación especial. La sección “Música con poesía” estará a cargo de la Orquesta Espantapájaros, encabezada por Nico Blum, con su espectáculo Pantomima de amor. Se presentarán las obras Todo piola, de Gustavo Tarrío, sobre el poema homónimo de Mariano Blatt, y Ave del paraíso (flor tropical), estreno de Maruja Bustamante, a partir de la obra poética de Gabriela Bejerman. El Parque Lezama será sede de una apuesta performática en torno a la lectura compartida. Y en el Bar de Timbre inaugurará un ciclo de lecturas llamado “El origen de las especies”, en el que los poetas revelarán su árbol genealógico de influencias y discípulos.  

Además, la Feria de libros independientes La Sensación acompañará con un stand de exhibición y venta. En el hall se realizará la lectura performática de Ártico, obra teatral de Sebastián Romero escrita a partir del poemario El Dios de los esquimales, de Jonás Gomez. Finalmente, en el marco de “Pequeña voz” será lanzado el fanzine de poesía Los dientes del caballo, de distribución gratuita, y un grupo de cronistas-poetas publicará textos de cobertura del festival en las redes sociales. 

“En términos narrativos, el cuento viene más determinado. El libro de poesía siempre tiene un criterio de unidad, un recorrido. Si bien arma una acumulación emocional y de sentido, no hay narración en el sentido más estricto. Es interesante cómo, a través de esta invitación, el director está obligado a reponer una estructura. Algunas obras son más abiertas, con sentido más esquivo. La poesía propone un campo súper fértil y abierto. Me interesa encontrar construcciones que produzcan una zona de inestabilidad. Está bueno alejarse de las formas más erradas de comunicación, de discursos más televisivos y estupidizantes. El teatro tiene que trabajar en modos complejos y multidireccionales de construir sentido y poner al espectador a trabajar con sus emociones, a aceptarse como creador de la obra”, plantea la curadora.

Maruja Bustamante estrenará su nueva obra, Ave del paraíso (flor tropical), “viaje fragmentario” por la obra de Gabriela Bejerman (el 27 y 28 a las 21). “La poesía siempre ha sido amiga íntima del teatro, lo acompañó en sus manifestaciones más vanguardistas y también en su obsesión under. Creo que es hermoso que haya un festival de esto”, opinó. Para la directora, que suele crear materiales a partir de poesías, son “ilimitadas” las posibilidades del cruce de lenguajes: “Me gusta tomar la poesía y amasar en el espacio. Creo que ésa es la imagen. Tomar a los actores y armar imágenes lúdicas abiertas. Luego, algo del rejunte le da sentido al todo, ahí se pule. Es como pintar una mancha. Primero es eso, una mancha y de repente se convierte, con trabajo, en un todo que se enlaza”.

Ignacio Sánchez Mestre es el director de la miniatura “Para poder llegar al futuro”, a partir de En la colonia agrícola, de Santiago Venturini (martes 20 y 27 a las 21.30).  “El ciclo tiene una esencia muy creativa. Disfruto mucho de las consignas para escribir y cuando me lo propusieron me sedujo bastante rápido. Hay algo de poder usar cualquier palabra que aparezca en el libro que ya de por sí tiene mucho de juego, pero todo se pone más interesante cuando también uno quiere y se propone transmitir el espíritu del libro”, explicó. Definió a su obra como “un festival de recuerdos provincianos, de fotos viejas, de momentos que quedaron guardados y que dan ganas de compartir”. “Me gusta pensar que cada momento de la obra es una foto y cuando ensayamos usamos mucho el término ‘conferencia de recuerdos’. Hay algo también de fe en el pasado, como si el sólo hecho de poder hacernos cargo de quienes fuimos nos permitiera pensar en un futuro posible”, anticipó. La programación completa se puede consultar tanto en la página de Alternativa Teatral como en la de Timbre 4.