En un duelo entre opuestos, el porteño Diego Schwartzman (1,70 metro) venció ayer al chileno Nicolás Jarry (1,98) por 7-5 y 6-2 y accedió a la final del Abierto de Rio de Janeiro, donde enfrentará hoy a las 10 al español Fernando Verdasco, que superó al italiano Fabio Fognini por 6-1 y 7-5. El Peque, número 23 del ranking, tardó una hora y 18 minutos en doblegar a su rival, 94 del ranking, en lo que fue un probable anticipo de uno de los cruces de la serie entre Argentina y Chile por la Zona Americana de Copa Davis (6 y 7 de abril en San Juan) que pondrá en juego un pasaje al repechaje por el ascenso al Grupo Mundial.

Tanto Schwartzman como Jarry cometieron muchos errores no forzados en un primer set que el argentino tuvo muchas dificultades para cerrar a su favor. Tras quebrar en el séptimo juego y perder su servicio en el décimo, el Peque recién pudo encaminar su triunfo tras desperdiciar dos puntos para set y alcanzar el 7-5. “Me puse un poco nervioso, jugué con pocos primeros saques, me defendí demasiado, pero después pude cerrar bien el primer set la segunda vez que me tocó sacar”, declaró Schwartzman tras el partido. En el segundo set, pesó el favoritismo y mayor experiencia del argentino, que quebró el saque de su rival en el tercer juego y a partir de allí el chileno perdió el horizonte.

Schwartzman disputará hoy la cuarta final de su carrera. Previamente, el Peque jugó tres finales de ATP 250, de las cuales perdió dos (Amberes 2016 y 2017) y triunfó en una (Estambul 2017). Cuando todavía no conocía su rival, declaró: “Ellos son dos grandes jugadores (Verdasco y Fognini), con mucha experiencia, jugaron muchas finales, tienen muchos títulos. Así que a disfrutar de estar y tratar de hacer lo mejor posible”.