La inscripción a la Cátedra Libre de Aborto en la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional del Comahue (UNCo) superó las expectativas. En las dos primeras semanas de convocatoria se inscribieron más de cuatrocientas personas y se colmó el cupo. Hoy será la apertura oficial, donde además de autoridades universitarias y el cuerpo docente, brindarán su testimonio mujeres que fueron acompañadas en el proceso de interrumpir voluntariamente un embarazo. “Esta cátedra es un acción política en el marco del debate por el aborto. Esperamos que podamos profundizarlo”, dijo a PáginaI12 Ruth Zubriggen, una de las profesoras de la materia, integrante de la colectiva feminista La Revuelta, de Neuquén, y de Socorristas en Red, que agrupa a activistas de distintos lugares del país que acompañan a mujeres en sus experiencias de aborto con medicamentos.

Hasta el momento son tres las casas de altos estudios en el país que incorporaron el abordaje del aborto más allá de un enfoque penal y como mero “evento obstétrico”. En 2017, la primera fue la Universidad Nacional de Rosario, de manera curricular, y luego le siguió la UBA, con una cátedra libre. La de la UNCo se dictará en la sede de Cipolletti, en la provincia de Río Negro.

“Me anoté porque me parece importante como instancia académica y la problemática del aborto me atraviesa doblemente. Por un lado, como mujer, que lucha por los derechos para decidir sobre nuestro propio cuerpo. Por otro, me interpela como futura profesional de la salud, que tiene la obligación de garantizar un derecho”, contó a PáginaI12 Agustina Montero, de 26 años, quien terminó hace muy poco la práctica final obligatoria de la carrera de Ciencias Médicas de la UNCo. “En la mayoría de las facultades de Medicina del país no se trata la temática, aunque es trascendental que se implementen este tipo de cátedras para adquirir conocimientos sobre los derechos de las mujeres y el abordaje integral de la problemática del aborto”, agregó Agustina. La cátedra se llama “El aborto desde el abordaje de los derechos humanos y la salud integral”, y se dictará con dos encuentros mensuales hasta el mes de agosto.

La mayoría de las y los 403 inscriptos son estudiantes de Medicina, pero también hay docentes y alumnos de otras carreras como Derecho y Comunicación. Mañana se abrirá una lista de espera, porque hay gente que no llegó a la inscripción de diciembre y pidió tener la posibilidad de cursar también, explicó Zurbriggen. Según indicaron desde la facultad, las inscripciones debieron cerrarse porque el número de personas ya había superado la capacidad del aula asignada. “No hay condiciones edilicias para generar un trabajo pedagógico interesante con más alumnas y alumnos”, agregó la docente.

“Al llegar a los 40 o 45 años, una de cada cinco mujeres en el país han tenido un aborto en la Argentina. Las estadísticas oficiales indican que el 61 por ciento de los embarazos no son planeados, y el 50 por ciento de ellos termina en aborto. Se estima que se practican alrededor de 360 mil a 450 mil abortos cada año en el país. Es decir, es una práctica altamente prevalente. ¿Cómo los médicos no van a saber del tema?”, analizó, en diálogo con este diario, la tocoginecóloga Gabriela Luchetti, otra de las profesoras que dictará la materia.

“La Cátedra busca poner al servicio de la comunidad educativa y de la sociedad en su conjunto, un espacio de formación y discusión integral de la problemática en el ámbito universitario”, explicó Gonzalo Soto, recién graduado de médico y uno de los que empujaron desde el estudiantado para que se abra. La propuesta tuvo amplia recepción entre las autoridades universitarias. Fue probada por unanimidad en junio del 2017 en el Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Médicas y en octubre por el Consejo Superior de la Universidad Nacional del Comahue, con una abstención y la totalidad de los votos restantes a favor.

“Hicimos en el año 2016 un breve diagnóstico de situación acerca de lo que se enseñaba en las facultades de Medicina de Argentina sobre este tema y qué enfoque tenían. Pudimos ver que, entre las 35 facultades de Medicina, 14 públicas y 21 privadas, sólo estaban disponibles 10 programas de Ginecología y Obstetricia de las públicas y tres de las privadas: de ellas solo cinco facultades públicas tenían en sus programas una redacción que incluía nociones de salud integral, derechos, leyes y políticas. Además, sólo dos incluían una aproximación a conocimientos médicos específicos. Al revisarse los textos de Obstetricia y Ginecología recomendados por las mismas facultades, estos tratan el aborto en sus dimensiones médico-biológicas y soslayan totalmente sus dimensiones de derechos y de salud pública y cuestiones médico/técnicas específicas como tratamientos, medicaciones, procedimientos, etc. Mientras que se explayan en detalles ínfimos e irrelevantes en otros temas de la asignatura que tienen una prevalencia y una relevancia muy inferior al aborto en términos de morbimortalidad”, explicó Luchetti.