La Multisectorial rosarina marchó esta mañana hacia el Monumento a la Bandera para festejar la fecha patria tal como estaba previsto, con consignas en contra de los tarifazos a los servicios públicos y en rechazo del acuerdo del gobierno con el Fondo Monetario Internacional.

La agrupación, que está conformada por vecinos, comerciantes y pequeños empresarios, repudió el faltazo del presidente Mauricio Macri y aseguró que su objetivo era “hacer llegar a las autoridades” un mensaje contra los “terribles” aumentos en las tarifas. “Nadie puede decir que somos violentos”, indicaron los dirigentes luego de que Macri argumentara que habia cancelado su viaje “para preservar la paz y la seguridad”. 

A las ocho de la mañana los manifestantes se convocaron en la intersección de Córdoba y San Martín y luego marcharon al Monumento con carteles que decían “Si a la Patria, no al FMI” y “No a los tarifazos”. Allí realizaron un breve acto en el que juraron defender la bandera “contra la pobreza y entrega al Fondo”, mientras cantaban “Patria si, Colonia no”. "Es una lástima que el presidente no venga a Rosario. Queríamos expresar nuestros reclamos sin generar disturbios", sostuvo en medios locales Juan Milito, miembro de la Multisectorial. 

Anoche, a través de un comunicado de prensa señalaron su repudio luego de que el presidente confirmara su ausencia en el tradicional acto. "Nadie puede decir que somos violentos, que alteramos la paz social y que nuestra intención es suspender un acto o realizar una manifestación en contra del presidente, tan sólo queríamos y queremos hacer llegar a las autoridades un mensaje de protesta frente a los terribles tarifazos que están aplicando el gobierno nacional y provincial, que afecta a la ciudadanía toda y especialmente a pequeños comercios y pyme, como así también nuestra disconformidad por el veto de la ley contra los tarifazos, reforma previsiónal y acuerdo con el FMI", puntualizaron en el comunicado.

Sin embargo, Macri mantuvo su postura y se negó a viajar a la ciudad por miedo a los reclamos de los manifestantes. El mismo gobernador de Santa Fé, Miguel Lifschitz, había negado que existiera la posibilidad de disturbios como había planteado Presidencia de la Nación.