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Ariana Sáenz Espinoza

Quién es Greta Thunberg y por qué es la cara visible del cambio climático

La semana pasada, la activista adolescente Greta Thunberg fue invitada a la Asamblea Nacional de Francia y volvieron a arreciar sobre ella discursos que la menosprecian por su género, por su autismo, por su insoluble niñez que ella nombra en plural para clamar contra el calentamiento del planeta. Sin embargo, entre detractores y usufructos de su militancia, es una voz de niña la que ha llamado a una huelga transnacional de una generación revuelta que le dice Basta a la crueldad.

Ariana Sáenz Espinoza

“Me di cuenta de que cuando socialmente no percibes la violencia es porque la ejerces.”

Al ya legendario “Un cuarto propio” de Virginia Woolf se le suma y a su vez se le desvía “Un apartamento en Urano” (Anagrama), el nuevo libro del filósofo y activista Paul B. Preciado que llega este mes a las librerías argentinas. Se trata de una serie de artículos que rondan la idea del tránsito en el sentido más amplio y complejo del término, publicados entre 2013 y 2018 en el diario francés Libération, escritos en más de 20 ciudades y en no casual coincidencia con el cambio de nombre de su autor, de Beatriz (Beto) Preciado, hoy Paul B. Preciado. En entrevista con SOY Preciado reflexiona sobre las condiciones de su propia escritura y sobre los problemas que producen y enfrentan hoy el pensamiento, la experiencia y la política queer.

Ariana Sáenz Espinoza

Agnès y el mar

Maestra de autoras, rebelde, vanguardista emblemática entre los varones de la Nouvelle Vague, poeta amarrada a sus veneradas playas, Agnès Varda impuso una mirada única en la construcción de feminidades fuera de toda norma, jugando siempre contra las convenciones implícitas del heroísmo femenino. Con su cámara les dio existencia y espesura a lxs otrxs y desplazó fronteras mucho antes que las teóricas feministas de los setenta. Inmensa y luminosa, como el Mediterráneo que la vio crecer.

Ariana Sáenz Espinoza

Culpables

VIOLENCIAS | A la Justicia no la buscó nadie en la cumbre sobre pedofilia dentro de la Iglesia Católica, lo pasado pisado y los niños abusados fueron comparados por el papa Francisco con los sacrificados en ritos paganos, con los niños abortados y las víctimas de tráfico de órganos. Pero las víctimas se rebelan y hablan, imponen otras imágenes y encuentran representaciones contra ese “misterio del mal” al que hace referencia el Papa como causante de los abusos. La última película de Francois Ozon, recién estrenada en Francia a pesar de las impugnaciones, Gracias a Dios, es una de esas herramientas para narrar lo que estuvo tanto tiempo silenciado.

Ariana Sáenz Espinoza

El niño terrible murió de viejo

VISTO Y LEÍDO | Las ventas son descomunales –se agotaron en una semana 320 mil ejemplares–, el goce de la prensa hegemónica escupe una vía láctea de títulos que saludan el “anticonformismo” del autor, cualquier queja por el contenido misógino, racista, pedófilo u homofóbico tiene que ser acallado en nombre de la libertad literaria; Houllebecq parece el miserable amo de las letras francesas aun cuando Serotonina, la novela de marras, no se sostiene más que por las provocaciones que evidentemente les dan de comer a quienes sí ven la potencia del movimiento feminista y necesitan del viejo conservador –alguna vez enfant terrible– para que les de refugio.

Ariana Sáenz Espinoza