¡Que el mundo se levante!
Mientras la tierra temblaba con los pasos de millones de mujeres marchando el último 8 de marzo, en Guatemala 43 niñas morían calcinadas en el encierro de un supuesto “Hogar Seguro Virgen de la Asunción”. Antes habían intentado escaparse juntas, después de denunciar violaciones, maltratos y torturas sin que nadie las escuchara. Es tanto el dolor y tanta la impunidad que estos cuerpos masacrados sólo pueden ser un límite que el mundo tiene que acompañar para que sea efectivo.