Sabemos que la felicidad no consiste en poseer, pero poseemos. Es la sociedad del cansancio, la banda sonora de una época.
El equipo está compuesto por muchos "emigrantes premium", pero la población de Baviera rechaza a los refugiados, como la familia de Aylan Kurdi, el niño de tres años que murió en una playa turca cuando anhelaba llegar a la región alemana.
A veces el mundo te lleva a ser directamente ácrata, y prenderle fuego a la oficina. Es la forma más ascética de limpiarse por dentro.
Lo que va de los 105 millones de dólares de ganancias al año de Cristiano Ronaldo, a los 25.000 pesos al mes del futbolista neuquino de Cipolleti, Diego Aguirre.
La nuestra es una sociedad remendada con las costuras del odio. En medio de la peste se han instalado los días de la ira, y se discute mal con estos barbijos “bolivarianos”.
El mundo del fútbol no deja de ser un atrezzo renacentista dibujado desde el asombro. Siempre hay algo nuevo por descubrir, un detalle, una provocación, una denuncia, un escándalo.
La realidad siempre es más compleja que los papeles que la explican.
Su mirada sobre la pandemia del coronavirus y el deseo de que esta tragedia sirva para concientizar a la sociedad y a sensibilizar a los gobiernos sobre los problemas sociales.
Los paraísos deseados son siempre paraísos perdidos. No urge cambiar de sitio, sino de mirada. Es la realidad de un mundo torturado, mordido por el hambre, condenado a la noche perpetua.
El autor de esta nota y el entrenador fueron jugador y director técnico del primer seleccionado argentino campeón de un Mundial Juvenil.