Ningunas víctimas
Las fotos de los besos de Marian Gómez y Rocío Girat dieron vuelta al mundo, pero cuando las cámaras no enfocan, una trabaja haciendo mantenimiento de hogares y la otra limpiando baños. Se sabe que sobrevivieron al abuso sexual mientras eran niñas y adolescentes, pero poco se dice de cuán ausente estuvo y está el Estado a la hora de la Justicia y la reparación. No son víctimas, ellas reivindican haberse defendido, las dos, como pudieron. Cuando eran niñas, de las violaciones sistemáticas y ese día en Constitución frente al abuso policial. Hoy van a escuchar juntas la lectura de los fundamentos del fallo que la semana pasada condenó a Marian a un año de prisión en suspenso por “resistencia a la autoridad”. Sólo a Marian. ¿Por qué? “Porque ella es la lesbiana visible de la pareja”, dice Rocío y explica por qué al fallo de la jueza Marta Yungano se lo califica como “lesboodiante”. Hoy a las 17 hay una concentraciòn en Congreso para exigir la absolución.