DEPORTES › INTENTAN PROLONGAR LOS DERECHOS DE TELEVISIóN CON LA AFA

Existe vida más allá del 2014

Los representantes de las empresas TSC y Trisa ya se comunicaron con Julio Grondona para ofrecerle un nuevo vínculo. Pero la mayoría de la Mesa Directiva estaría en desacuerdo con que la negociación se concrete.

 Por Gustavo Veiga

Los derechos televisivos del fútbol podrían extenderse más allá de su finalización, en 2014, si prosperara una iniciativa de sus dueños, que ya intentaron convencer a Julio Grondona de prolongar la relación comercial. “Hace como dos meses lo llamaron y le hablaron de estirar el contrato”, le dijo el presidente de un club de Primera División a PáginaI12, que pidió mantener su nombre en reserva. Las empresas que acaban de aumentarles el dinero a los clubes para la temporada 2008-2009 en un porcentaje cercano al 30 por ciento quieren ir por más. Televisión Satelital Codificada (TSC) y Tele Red Imagen (Trisa) tantearon al máximo dirigente de la AFA para saber qué piensa de una idea que no tiene consenso entre los clubes. Al menos, en el discurso de sus autoridades.

El directivo consultado comentó que “sería un delirio prorrogar el contrato y puedo decir que la mayoría está en desacuerdo con extenderlo”. Interrogado sobre por qué se opondrían a una renovación del acuerdo, dio como argumento el caso del fútbol brasileño, donde TV Globo negoció esta temporada con los clubes pagar unos 400 millones de reales al año (unos 240 millones de dólares) por el período 2009-2011 del torneo nacional llamado brasileirao. Aquí, con el último incremento, las tres principales categorías percibirán una suma cercana a los 77 millones de dólares, casi tres veces menos.

Para los dirigentes del fútbol argentino los derechos televisivos son casi un tema tabú. Durante años ni siquiera controlaron las liquidaciones que les hacían las sociedades que explotan el negocio y sólo se han quejado en voz baja de lo que cobran. Los más informados sostienen que lo lógico sería realizar una licitación internacional, aunque eso parece poco probable después de los sucesivos aumentos que recibieron en las dos últimas temporadas: en 2006-2007 cobraban 93,5 millones de pesos, les subieron a 180 millones en 2007-2008 y ahora a 230 millones.

El contrato de la televisión satelital codificada que sentó las bases del millonario negocio de TSC –controlada por el grupo Clarín– data de 1991. La primera cesión comenzó a regir el 1° de agosto de aquel año y se prolongó hasta el 30 de julio de 1997. En la cláusula 19ª del convenio, la AFA le reconocía a TSC un derecho de preferencia para extender la relación por los siguientes cuatro años y, además, se comprometía a tomar en cuenta las necesidades de programación de la empresa a la hora de confeccionar el fixture de los campeonatos, como continúa sucediendo hasta hoy.

En aquel momento se acordó que la AFA recibiría de la sociedad el 40 por ciento libre de gastos “de las sumas que perciba en concepto de abonados al sistema codificado, a nivel hogareño, e igual porcentaje de los abonados de cable sin codificación hogareña”.

Por sucesivas prórrogas automáticas, los clubes –que a mediados de 1993 cobraban 100 mil dólares por cada fecha de fútbol– comenzaron a recibir plata fresca que les permitía maquillar sus pasivos y sus déficit crónicos, hasta que, a cambio, se llegó a la fecha tope del 2014 para la sociedad. La fecha que ahora se pretendería extender por varios años más.

Los dirigentes de la mayoría de los clubes, cualquiera sea su poderío económico o deportivo, no estuvieron de acuerdo durante años con lo que cobraban. Pero la debilidad estructural de sus instituciones y las malas administraciones en general provocaron que quedaran atados a un contrato que se define en una mesa chica; ésa a la que se sientan Grondona y unos pocos hombres de confianza junto a los representantes de TSC y Trisa.

“A nosotros no nos consultan”, se quejó con cierta amargura la fuente consultada, con el mismo bajo perfil que guardan muchos dirigentes cuando se quejan de presuntos malos arbitrajes. Temen una represalia de la AFA, pero tampoco se comprometen en estos temas donde está en juego una sociedad estratégica que no tiene antecedentes en el mundo del fútbol. Porque la seguridad jurídica que les da a las empresas dueñas de los derechos un contrato tan largo es una ventaja inapreciable. En la Argentina sería inimaginable lo que sucedió en México este año: el club Chivas de Guadalajara rechazó en enero una oferta de 150 millones de dólares por cinco años de contrato que le ofrecía el grupo Televisa para transmitir sus partidos.

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Los clubes recibirán de la televisión un aumento del 30 por ciento para esta temporada.
Imagen: Télam
 
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