DEPORTES › INDEPENDIENTE Y RACING EN CRISIS ANTE EL CLáSICO

Avellaneda en llamas

Perdieron duramente en la segunda fecha del Clausura, están en el fondo de la tabla y los rumores sobre la continuidad de los entrenadores campean. Los dos grandes de la ciudad marchan hacia el clásico del sábado con demasiadas presiones.

Santoro está preocupado, pero no renuncia.

Apriete de barras en el Rojo

La dura derrota frente a San Martín, en Tucumán, encendió la luz de alarma. En Independiente, el clima es de tensión. Durante la jornada de ayer hubo rumores de renuncia del entrenador Miguel Angel Santoro, aprietes de la barra y un ambiente hostil que se reflejó en las afueras del predio de Villa Domínico, con una bandera que apareció con la inscripción “váyanse todos”. El marco no es el mejor de cara al próximo clásico. No obstante, en el plantel hay optimismo y Daniel Montenegro aseguró que para cortar con tantas malas, y encontrar la solución, hay que ganarle sí o sí a Racing. “Es el golpe anímico que necesitamos”, sintetizó el volante.

La presión en los últimos días recayó sobre los jugadores, pero Santoro no quedó al margen. Los rumores hablaban de una renuncia inminente, pero el entrenador desmintió la especie. Sin embargo, no se descarta que un mal resultado el próximo sábado podría desencadenar finalmente su salida del cargo de entrenador.

“Contra Racing nos jugamos mucho porque no estamos bien. Pero hay que olvidarse rápido de todo esto porque necesitamos salir de esta situación de una vez por todas”, señaló esperanzado Montenegro, pese al clima tenso que vive en lo cotidiano. El domingo, tras el 3-0 en contra en Tucumán, un grupo de barras volvió a apretar a algunos jugadores, y esta vez llegaron más lejos que nunca: se metieron en el vestuario del estadio de la Ciudadela y allí pidieron algunas remeras y hasta insultaron al equipo.

El mal momento no quedó en eso, porque la siguieron en el hotel, algo que reconoció ayer Montenegro. “Anoche hubo gente en el hotel”, admitió el ídolo del club de forma escueta, aunque remarcó que todos deben “estar exentos de lo que pasa con la hinchada”.

La visita de los barras es la segunda en una semana, ya que el mismo grupo de hinchas se hizo presente días atrás en Villa Domínico e instó a los jugadores a que reviertan el presente deportivo del equipo.

Con lo extrafutbolístico al margen, Montenegro consideró que “es bueno” que sea Racing el rival inmediato. “Porque, tal vez, otro club que no está tan necesitado jugaría con nuestro sufrimiento, pero ellos también tienen que salir a ganar”, dijo dando a entender que tendrán mayores facilidades y espacios a la hora de atacar.

Sin embargo, Independiente no transita un buen momento futbolístico. Se muestra anémico de juego, en defensa tiene serios problemas y para colmo anímicamente no muestra respuestas. Y para Montenegro ése es un punto a solucionar: “Hay que estar fuerte de la cabeza y los más grandes del plantel tenemos que asumir la presión para guiar a los más chicos”.


Llop no tiene el mejor diálogo con sus jugadores.

Mal ambiente en la Academia

En sólo dos fechas, Racing recibió siete goles o, si se quiere, dos duras goleadas ante Lanús y Huracán. El promedio del descenso asedia cada vez más al equipo y, para colmo, hace siete fechas que no gana. Por eso el momento que atraviesa el conjunto de Juan Manuel Llop no es el mejor, algo que Gustavo Campagnuolo no dudó en reconocer ayer con una fuerte autocrítica. “Hace tiempo que no estamos haciendo las cosas bien”, dijo el arquero, referente del plantel, que de todas maneras confió que en el clásico frente a Independiente podrán “levantar”. Y eso es lo que esperan todos, ya que ese partido será fundamental para el futuro del equipo y también del entrenador.

“Este es un momento difícil, complicado, porque hay que reconocer que hicimos las cosas mal ante Huracán. Y por algo perdimos por una diferencia tan abultada”, dijo el arquero, después del entrenamiento, en donde hubo una tensa calma. Porque cuando se esperaba una charla previa antes de empezar a trabajar, hubo silencio. Nada de reproches, autocríticas, ni palabras de incentivación de parte de Llop. Como si nada pasara.

Ese distanciamiento, que cada vez se hace más notable entre el grupo y el entrenador, le da mayor sustento a la supuesta ruptura en la relación entre ambos. Según allegados al grupo, algunos jugadores no estarían de acuerdo con los manejos de Llop y el técnico estaría enterado.

Pero Campagnuolo no quiso hablar al respecto. El arquero sólo comentó que en la intimidad “los más experimentados son los que se encargan de hablar en este momento”, así como lo hacen los jugadores entre ellos. Aseguró que entre todos se pusieron de acuerdo para trabajar en sus fallas futbolísticas, con el objetivo de mejorar el rendimiento, y remarcó que no deben distraerse pensando en los problemas que también arrastra Independiente.

“Por lo general, en estos clásicos, no importa cómo llegan los equipos. Acá, la clave es que Racing debe corregir sus problemas futbolísticos y hacer un buen partido. No hay que mirar al rival, sino mirar para adentro”, sostuvo el arquero, que tras recuperarse de una lesión retomó la titularidad, dejando relegados a Migliore y Gullota.

Con la mente puesta ya en el clásico del sábado, que se jugará desde las 17.10, en el estadio de Huracán (donde Independiente hace de local), Campagnuolo explicó que el plantel deberá “trabajar en lo anímico y empezar de cero”, porque serían demasiadas cosas las que se deben corregir en relación a lo que viene exhibiendo Racing en estos dos compromisos.

“Ahora hay que componer, en estos días, lo mejor que se pueda la situación anímica para llegar bien al clásico. Y también debemos empezar de foja cero y concentrarnos en lo que este equipo puede dar para el futuro”, reconoció.

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