DEPORTES › LOS PORMENORES DEL ENCUENTRO DE MAñANA ENTRE NEWELL’S Y CENTRAL

Un clásico más que renovado

El puntero del torneo será local en el Coloso y le retaceó entradas a su eterno rival, que también se ilusiona y está sólo a siete puntos. El duelo entre el buen arquero Broun y el goleador sensación del Apertura, Boghossian.

 Por Alejo Diz

Después de muchos años, Rosario se prepara para recibir un clásico entre Newell’s y Central que se anuncia diferente. Porque ambos equipos se encuentran en las primeras posiciones de la tabla, las instituciones son administradas por dirigencias que no están bajo sospecha judicial, los futbolistas cobran al día, y además de un lado estará Jorge Broun, acaso el mejor arquero del torneo, y del otro la sensación foránea del Apertura, el uruguayo Joaquín Boghossian, devenido en el goleador que llevó a los rojinegros al primer puesto. Pero hay heridas que no cierran en la relación entre los clubes, que si antes estaba regida por la indiferencia, ahora late al paso de la desconfianza. El que no cambia es el hincha, que asegura para el domingo un Coloso del Parque con ubicaciones agotadas.

Algo está cambiando entre leprosos y canallas. En Rosario los jugadores aprendieron que ya no es necesario el abuso de pirotecnia verbal para ganarse la simpatía de sus hinchas. Las expresiones demagógicas quedaron en desuso. Los técnicos resaltaron virtudes del adversario. Y por si fuera poco, la semana concluyó con la foto de Horacio Usandizaga, presidente de Central, y Guillermo Lorente, titular de Newell’s, junto al intendente Miguel Lifschitz.

El responsable de la intendencia de Rosario se ocupó por acercar posiciones entre Usandizaga y Lorente, quienes, en mayo pasado, en ocasión de jugarse el primer clásico organizado por dichas dirigencias, habían quebrado el diálogo entre el Parque Independencia y Arroyito con escándalo: el Vasco entregó a los leprosos menos de la mitad de las entradas que acostumbraba disponer el visitante en el Gigante, y desde entonces los presidentes no se hablaron más, ni siquiera por la intermediación de Julio Grondona en AFA.

El reencuentro fue promovido por el propio Lifschitz, ante la responsabilidad de las dirigencias de mostrar señales vitales de convivencia hacia sus hinchas. Pero tras la foto del jueves la desconfianza no mermó entre las autoridades de los clubes.

Para hacer entrega de las exiguas 3900 entradas que Newell’s le concedió a Central, en devolución de gentilezas por lo sucedido en el clásico anterior, las autoridades rojinegras decidieron contar cada una de las localidades ante los empleados de Central que las fueron a retirar al Parque Independencia, a fin de aventar luego queja alguna del Vasco. Usandizaga, por su parte, hizo el expendio de sus boletos el sábado con la presencia de un escribano para que diera fe de que cada ticket salga por ventanilla, en vez de hacerlo por la puerta de atrás, ya sea para barras o policías, como sucede cada vez que la oferta es menor a la demanda. Todo ello seguido de cerca por administrativos de Newell’s, que a los 120 minutos de abierta las boleterías en Arroyito hicieron arqueo de caja para llevarse los primeros fondos.

Entre Usandizaga y Lorente hay foto, pero no hay diálogo ni lo habrá, tras el desaire del Vasco en mayo que desató una inédita riña entre las instituciones. Apenas si cruzaron palabra el martes, en la AFA, mientras se esperaba que el bolillero anunciara el árbitro del clásico.

El presidente de Central anticipó que no irá el domingo al Coloso. De igual modo, la dirigencia de Newell’s confeccionó un palco exclusivo para autoridades y amigos de Central, que podrán seguir a su equipo lejos de la parcialidad local. Es que, por primera vez, en el Coloso del Parque sólo habrá 3900 simpatizantes alentando a los auriazules.

Si de fútbol se trata, allí también la paridad se impone. En Newell’s piensan cómo hacerle un gol a Broun; en Central se abocan a perfeccionar movimientos para contener a Boghossian. Quizás en ese duelo esté el ganador del partido: la compulsa entre el uno contra el nueve. Los canallas tienen un promedio bajo de gol, pero llevan veinte partidos sin que les marquen más de un tanto por partido. Los leprosos no perdieron en los últimos tres clásicos y ganaron sus últimos seis encuentros en el Apertura. Estadísticas que el domingo habrá que defender jugando al fútbol.

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Schiavi se tira al piso para intentar quitarle la pelota a Méndez.
Imagen: Fotobaires
 
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