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Después del Muro, esta vez le tocó a Héctor Velazco caer en Berlín

El púgil argentino perdió la corona mundial de los medianos de la OMB al ser derrotado por puntos en fallo dividido por el local Félix Sturm, en una pelea pareja, sin emociones. Al geselino no le alcanzó la remontada en los últimos cuatro rounds.

Por Daniel Guiñazú

El boxeo argentino dejó escapar un nuevo título del mundo. Cuatro meses y cuatro días después de haberse consagrado en el Luna Park ante el húngaro Andras Galfi, Héctor Javier Velazco resignó su corona de los medianos de la OMB al perder por puntos en fallo dividido ante el alemán de origen turco Félix Sturm. La pelea, que tuvo lugar en el Estrel Convention Center de Berlín, fue pareja y sin demasiadas emociones y terminó definiéndose por el mejor trabajo del local entre el cuarto y el octavo round. El argentino repuntó en los últimos cuatro asaltos, pero la mejor impresión que dejó sobre el final no le alcanzó para retener el campeonato que exponía por primera vez. El jurado estadounidense Tom Miller lo vio ganador a Sturm 115-113, el alemán Joachim Jakobsen. también lo dio vencedor a su compatriota 116-112 y el mexicano Hugo Peniche Barrera se inclinó por Velazco, 115-113.
Velazco empezó a perder el martes pasado. Ese día, sorpresivamente, Peter Kohl, el astuto promotor de la pelea, anunció que el desafiante original del argentino, Bert Schenk, se había lesionado un brazo y que en su reemplazo, combatiría Sturm, otro pupilo suyo. En ese momento, Osvaldo Rivero, el manager de Velazco, estaba en París reunido con los hermanos Louis y Michel Acaries definiendo los últimos detalles de la defensa del título de Omar Narváez en noviembre próximo ante el ruso Alexander Mahmutov. Cuando regresó de apuro a Berlín, la artimaña había sido consumada. Le habían cambiado el rival a Velazco. Y su preparación de dos meses para enfrentar a un zurdo como Schenk, no había servido de nada: Sturm era diestro. La jugada había sido perfecta.
Al final del combate, Rivero y Mario Gribcic, el entrenador de Velazco, a voz en cuello protestaron el fallo adverso. Lisa y llanamente hablaron de robo. Rivero hasta adelantó la posibilidad de presentar una protesta formal en la próxima convención de la OMB en Miami. Pero las quejas fueron, tan solo, fuegos de artificio: por mayor o menor diferencia, la derrota del peleador de Villa Gesell no admite cuestionamientos. Velazco no pudo encontrar la manera de neutralizar el planteo conservador y huidizo de Sturm. Y eso se paga caro, más aún cuando se va a defender el título en la propia casa del retador y con los jurados presumiblemente en contra.
Velazco (72,200 kg) trató de forzar la pelea. Pero Sturm (72,574 kg) jamás aceptó los intercambios que el argentino buscó sin éxito. Sustentado en una gran velocidad de piernas y brazos, el alemán caminó el cuadrilátero en retroceso, lo dejó venir a Velazco y lo contraatacó con habilidad, cada vez que se le aproximaba, con buenos ascendentes. Después de dos primeros asaltos en los que Velazco dominó el centro del ring y llevó la iniciativa, Sturm acumuló ventajas importantes en el segundo tercio de pelea, entre los rounds 4º y 8º. Fue en ese tramo, no antes ni después, que al argentino se le escurrió la corona.
¿Qué debió haber hecho Velazco para que las cosas no sucedieran de la manera en que sucedieron? En principio, no perseguirlo a Sturm de forma tan perpendicular como lo hizo. El “Artillero” lo corrió al alemán por todo el cuadrilátero en línea recta. Y Sturm siempre encontró por donde zafar de la presión, tocar y volver a salir. Velazco se fue desesperando con el correr de las vueltas. Y cometió un error que le restó precisión: en vez de partir con su izquierda recta, empezó a tirarla voleada, fácil para que el alemán la eludiera.
La fatiga que embargó a Sturm en los últimos cuatro asaltos reverdeció las chances de Velazco que por fin pudo, del 9º round en adelante, llevar a su rival contra las sogas y hacerle sentir su rigor físico. En ese round, hasta llegó a conectar una buena derecha recta sobre el rostro del alemán. Pero la falta de variantes, sumada al desparpajo del alemán en los últimos asaltos para huir sin presentar pelea, coronaron un final anunciado. Si quería regresar con el título a la Argentina, Velazco debíasuperar con claridad a Sturm. Como no lo consiguió (en verdad tampoco fue menos que su rival), se quedó con las manos vacías y rumiando lo que para él y para los suyos, se trató de una injusticia. Mientras tanto, un joven de 23 años de origen turco y apenas 19 peleas profesionales, es el nuevo campeón mundial de los medianos para la OMB. Peter Kohl lo sabía.

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Héctor Velazco resignó en Berlín la corona mundial que había conquistado en el Luna Park.
 
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