[cerrar]

Comparta esta nota con un amigo

E-Mail de su amigo
Su nombre
Su E-Mail

Hace poco más de un mes, el Apertura parecía definido. Por más que se habían jugado apenas cinco fechas, la sensación generalizada era que Boca no tendría inconvenientes en quedarse con el torneo. Por eso, durante el parate que sufrió el campeonato por la resolución del juez Mariano Bergés, la discusión pasaba por dictaminar con cuántas fechas de anticipación se consagraría el equipo de Carlos Bianchi. Cuarenta días más tarde, por más que el líder sigue invicto, esa idea ya no parece tan segura y el Apertura está abierto, con varios equipos que se prendieron en la pelea.
Tras las primeras cinco fechas, en coincidencia con la suspensión del torneo, Boca marchaba con el puntaje ideal, gracias a cuatro victorias consecutivas, y todavía adeudaba el partido ante Banfield. Eso le permitía llevar tres unidades de ventaja sobre Independiente y Colón, que por ese entonces eran sus escoltas. Y dado el arranque arrollador, el inconsciente colectivo le daba seis puntos de diferencia, aunque faltaba demostrarlo. El 3-3 del miércoles dejó en claro que era un error contarle los porotos antes de jugar.
Tras la reanudación, Boca disputó cinco partidos, con dos triunfos y tres empates. Si bien no perdió y todavía es el único invicto, en este lapso dejó escapar seis unidades. La máxima ventaja que disfrutó fue tras la sexta fecha, cuando derrotó 4-1 a Racing. En ese momento se despegó cuatro puntos (potenciales siete) de Newell’s y Rafaela, que habían quedado segundos. Luego de eso apareció la “minicrisis”, con tres empates y un solo triunfo, que dejó a Boca con tres puntos reales de ventaja sobre Central y con cuatro sobre San Lorenzo, los dos que realmente aprovecharon el bajón de Boca, ya que descontaron puntos con un partido menos. El otro que resultó beneficiado fue Banfield, aunque apenas recortó una unidad.
Desde que retornó el campeonato, el equipo de mejor rendimiento es San Lorenzo. Los dirigidos por Néstor Gorosito lograron cuatro triunfos consecutivos y treparon desde el decimotercer puesto hasta el tercero. Las victorias sobre Chicago, Estudiantes, Newell’s e Independiente le posibilitaron en este tramo del torneo recortarle cuatro unidades a Boca. Otro conjunto que potenció su rendimiento en la segunda parte del torneo fue Central, que en la sexta fecha empató con Talleres, y a partir de ahí hilvanó una racha de tres triunfos.
Por el contrario, varios dilapidaron buenas ocasiones de acercarse. Independiente marchaba segundo hasta el parate, pero desde allí apenas ganó un partido. Lo mismo le sucedió a Colón. Ni siquiera River pudo levantar del todo. Si bien ganó los últimos dos partidos, en los últimos cuatro sólo cosechó siete puntos.