DEPORTES › DEL CASINO ARENA MAIPU A LA FINANCIERA AMIGAL

El socio prestamista de Angelici

Jorge Galitis les descontaba cheques a tasas muy altas a los clubes. La jueza Servini de Cubría procesó a siete dirigentes a los que el presidente de Boca les había anticipado el fallo en mayo, a la par de exigirles que se sumaran a la Súper Liga.

La jueza María Servini de Cubría menciona catorce veces en su fallo sobre el Fútbol para Todos (FPT) a la cooperativa de vivienda, crédito y consumo Amigal, que tiene entre sus dueños a Jorge Galitis. Se trata del prestamista que les cambiaba cheques diferidos a tasas altísimas a varios clubes. El mismo del que sospecha la UIF por lavado de dinero, que apareció en los Panama Papers con una offshore y que es socio del presidente de Boca, Daniel Angelici, en un casino de Mendoza que le debe sumas millonarias a la provincia. La jueza también se interroga en su extensa resolución de 343 carillas “qué es lo que llevaría a la dirigencia de un club a acudir a una de estas financieras pudiendo descontar el cheque en un banco oficial a una tasa menor, y sin ningún tipo de intermediario”. La pregunta tendría varias respuestas, pero ninguna se desprende del expediente. Sí dice el extenso veredicto judicial que había un “lucro indebido para terceros” en la operatoria.

En mayo pasado, Angelici, el principal lobista de la Súper Liga, se quejaba en una extensa entrevista que le concedió a Clarín de que no había “que subvencionar a todo el mundo” en la AFA. ¿Se referiría a su socio Galitis? No, nada de eso. Lo decía por determinadas instituciones, las mismas que descontaban cheques en la investigada Amigal después de un curioso método para asociarse con ella.

La historia del financista de apellido griego no empieza ni termina ahí. En 2009, cuando nacía FPT, era uno de los principales acreedores de San Lorenzo mientras integraba como vocal la comisión directiva de Huracán que encabezaba Carlos Babington. Pudo haberle pedido la quiebra al club de Boedo porque le reclamaba una deuda millonaria que se había originado en la presidencia de Rafael Savino. Hoy, a los 72 años, este ex dirigente es uno de los procesados por la jueza. “Pagamos 72 mil pesos de multa por cheques que Galitis no aceptó refinanciar”, se quejaba Jorge Aldrey, el vicepresidente de San Lorenzo durante la gestión de Carlos Abdo que siguió a la de Savino.

El actual presidente Matías Lammens le dice ahora a Página/12 que “la deuda, si mal no recuerdo, era de 5 o 6 millones de pesos cuando asumimos en 2012 y quedan dos cuotas para saldarla totalmente. Pudimos comprobar que no había dolo y se acordó una forma escalonada de pagos con la financiera”.

Eso mismo –la ausencia de fraude– es lo que sostiene Servini de Cubría en su fallo, aunque tiene reservas sobre la legitimidad de la operatoria. “Que si se refleja un lucro indebido para terceros (me refiero a las cooperativas, bancos oficiales, empresas que nada tienen que ver con proveedores de clubes del fútbol argentino, todas dedicadas a la compra de cheques de pago diferido), me baso para afirmar que es ‘indebido’ a pesar de ser una operatoria ‘legal’, porque debería ser inusual y fuera de la costumbre que los clubes tuvieran que recurrir a estas entidades, y en la práctica no lo es”.

El caso de Amigal, la compañía del socio de Angelici –es una combinación de los apellidos de sus dueños, Eduardo Amirante y Galitis– no es el único que investigó la jueza. Su antecedente más importante fue Alhec Group, la financiera de un tal Carlos Rivera que en 2013 estuvo prófugo en una causa por lavado de dinero con el pase de futbolistas. La empresa también tenía oficinas en Santiago de Chile y Montevideo. En 2013 le revocaron la licencia para operar en Buenos Aires. En 2015, a Rivera y uno de sus socios los inhabilitaron por diez años en Uruguay. Siempre se atribuyó a Julio Grondona una relación con esa sociedad. Como Amigal y Alhec Group había más. Algunas insólitas, tratándose del fútbol, como Agropecuaria Monte León, Junín Cereales y Agroindus, por cuyas sedes pasaron cheques de la AFA que terminaron en sociedades vinculadas al campo.

Uno de los procesados, el ex tesorero de la asociación y presidente de Banfield, Eduardo Spinosa, declaró ante Servini de Cubría cómo se hacía la operatoria con los cheques diferidos: “Era una práctica que se venía utilizando, muchos clubes tenían sus cuentas con problemas o inhibidas, por lo que era imposible realizarles transferencias, otros al no poder dar más pagos al día por los niveles de endeudamiento. El instrumento al cual se tenía acceso para distribuir los fondos era el cheque, ya que daba la posibilidad de hacerlo por diferido”. Spinosa fue el único de los procesados que aceptó responderle preguntas por escrito a la jueza. Los demás se atuvieron al descargo.

Las tasas que les cobraban Amigal y las demás financieras para tomarles cheques a los clubes rondaban el 40 por ciento. Javier Cantero, ex presidente de Independiente, le confirmó ese porcentaje a este diario. “Era de una de las tasas más caras” dijo, aunque reconoció insólitamente que se la había recomendado “un vecino del country donde vivo”. Así, entre septiembre de 2009 y diciembre de 2015 el prestamista Galitis les descontó cheques a River, Independiente, Racing, San Lorenzo, Huracán, All Boys, Quilmes, Argentinos Juniors, Tristán Suárez y Deportivo Merlo, según documentación aportada por la propia financiera al Juzgado Federal N°1.

En diciembre de 2011, Angelici ganaba por primera vez las elecciones en Boca cuando ya era socio de Galitis en la firma Desarrollos Maipú. Figuraba en el directorio junto a otro empresario con el que también tiene intereses comerciales en común: Daniel Mautone. Además del casino Arena de Mendoza, al menos comparten la propiedad de salas de bingo en Pergamino y Ramallo. Dos hombres que hicieron fortunas con la industria del juego acercándose al poder político.

En la provincia cuyana tuvieron muchas facilidades para juntarla en pala. Sus deudas millonarias por impuestos impagos con el Estado hablan de la llegada que tienen a los gobiernos, no importa cuál fuere su signo político. El ex gobernador peronista Francisco Paco Pérez les extendió a los dueños del casino –y a otros privados también– una moratoria de 60 cuotas para pagar los tributos adeudados. No le importó que el complejo Maipú facturara unos 18 millones de pesos mensuales –la cifra es de este año–, aun cuando se financiaba a costa del erario público.

Junto a ese casino estilo Las Vegas –así se lo promociona–, donde hay ruletas y mesas para jugar al black jack, punto y banca y póker, 425 máquinas slots, más un estadio cubierto donde se anuncian shows musicales de Valeria Lynch y Pimpinela, también funciona un hotel. Se llama Esplendor y allí se alojó más de una vez el plantel de Boca. Atendido por sus dueños, podría afirmar Angelici.

El poderoso y temido lobista que a mediados de mayo les anticipó el fallo de la jueza a sus colegas del Comité Ejecutivo de la AFA antes de que definieran el futuro de la Súper Liga. “Piensen antes de votar, recuerden que acá vamos a tener tres compañeros procesados”, los increpó. Casi un mes después acertó en la decisión judicial, pero le pifió a la cantidad de dirigentes que quedaron atrapados bajo la figura penal de administración fraudulenta agravada y sometidos a embargos millonarios. Fueron siete: Luis Segura, Rafael Savino, Carlos Portell, José Lemme, Miguel Angel Silva, Eduardo Spinosa y Rubén Raposo. Algunos lo tomaron como un apriete premonitorio.

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Imagen: Daniel Angelici.
 
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