DEPORTES
En la Copa, River sufrió el anochecer de un día agitado
La gran jornada brasileña en el fútbol se cerró con la victoria 3-2 del San Pablo en el Monumental, eliminando de esa manera al equipo de Núñez de la Copa Libertadores.
Por Adrián De Benedictis
Una inesperada derrota ante el San Pablo dejó a River fuera de la Copa Libertadores 2005 en el segundo partido de la semifinal, luego de que el equipo brasileño ganara 2-0 el encuentro de ida. De esta manera, ya no quedan representantes argentinos en el torneo continental, que probablemente sea dirimido entre dos equipos del vecino país: el segundo finalista se definirá esta noche entre el Atlético Paranaense y las Chivas de Guadalajara, que tienen que remontar un 0-3.
River estaba obligado a ganar por al menos dos goles de diferencia para definir por penales, pero se vio, sorprendido primero, y desbordado después, por la actitud del equipo brasileño, que se paró en el medio con intención de controlar la pelota. A River le costó armar juego y tampoco daba seguridad en el fondo, con lo que San Pablo, sin rifarla, se acercaba con peligro. Costanzo tapó un par de remates, incluido uno a Souza que se fue al corner. De ese centro llegó el gol del conjunto brasileño: Danilo se elevó entre Ameli y Tuzzio, el arquero se quedó atornillado al piso y el Monumental, que estaba lleno, quedó sumido en un incómodo silencio.
La desventaja obligaba a River en ese momento a buscar cuatro goles, y la enormidad de la tarea desequilibró al equipo. Para colmo, el arquero visitante, Rogerio Ceni, metió un tiro libre en el palo izquierdo de Costanzo. El equipo de Astrada jugaba apurado, nervioso, sin tranquilidad y ese espíritu beneficiaba al conjunto visitante, que seguía mostrando mejor trato de la pelota, y justificando la diferencia parcial. River sólo podía arrimar empujando, y así se perdió el empate Lucho González, tras una buena habilitación de Gallardo: el volante le pegó sin demasiada convicción y Josué salvó.
Montenegro entró por Federico Domínguez, volante por lateral, para tratar de juntarse con Gallardo y generar el fútbol que precisaba River, pero los encuentros eran esporádicos, casi forzados. Costanzo tapó el segundo gol justo antes del mejor momento del equipo local en el partido.
Fue entre los 35’ y el entretiempo, a partir del empate. Farías recibió de espaldas en el área, giró y de media vuelta le pegó un formidable derechazo que sorprendió a Rogerio Ceni y se metió junto al palo. En esos diez minutos River produjo situaciones de peligro que atenazaron al San Pablo, y Gallardo estuvo muy cerca de dar vuelta el resultado cuando, en una jugada colectiva, terminó estrellando un bombazo en el travesaño del arco visitante; luego, fue el propio Rogerio el que sacó esforzadamente al corner un remate del volante de River.
Para el segundo tiempo, con la necesidad de marcar tres goles más para acceder a la final, River se desprotegió más en el fondo, y se cruzaron los ataques de uno y otro. Diogo metió un tiro en el travesaño, pero Amoroso, con un remate franco, y Fabao resolviendo un contragolpe resolvieron el partido a favor de los brasileños. El descuento de Salas, con un zurdazo cruzado, fue sólo por el honor.