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El experimentado tenista estadounidense Andre Agassi, de 35 años, y el número uno del mundo, el suizo Roger Federer, de 24, protagonizarán hoy la final del Abierto de los Estados Unidos, último Grand Slam de la temporada, luego de vencer ayer en sus encuentros correspondientes a las semifinales. Agassi derrotó 6-4, 5-7, 6-3, 4-6, 6-3 a su compatriota Robby Ginepri, y el suizo le ganó 6-3, 7-6 (7-0), 4-6, 6-3 al australiano Lleyton Hewitt. En este duelo se sabrá si la supremacía del suizo, quien perdió sólo tres partidos en este 2005, puede continuar ante alguien que ya se convirtió en una leyenda de este deporte, y que buscará el título 61 en su carrera profesional.
Agassi, séptimo preclasificado, campeón de este torneo en 1994 y 1999, logró ayer por sexta vez en su trayectoria ubicarse en la final de este Grand Slam, luego de superar a Ginepri, de 22 años, en un partido que duró dos horas y 47 minutos. Agassi lleva ganados ocho títulos de Grand Slam en su carrera.
“Es increíble, estoy en la final”, dijo el estadounidense desbordado de felicidad, mientras las 23 mil personas que llenaron el estadio Arthur Ashe le brindaban una estruendosa ovación. “Trabajé duro para esto. Cuando jugaba el último set tenía en mente que tal vez sería el último de mi vida aquí en el U.S. Open”, dijo Agassi por los parlantes del estadio. Por último, el hombre de Las Vegas prometió antes de dejar el estadio: “Estaré listo aquí mañana (por hoy), y daré todo de mí”.
Por su parte, en el segundo turno, Federer pudo resolver su compromiso en cuatro sets, después de perder el tercero ante el australiano. Con el triunfo de ayer, el número uno del planeta igualó el record que tenía el estadounidense Pete Sampras, con 34 victorias consecutivas sobre cemento. El suizo defenderá el título que ganó el año pasado en Nueva York, precisamente venciendo en el encuentro decisivo a Hewitt.
La concentración y la regularidad volvieron a ser los puntos fundamentales en la actuación de Federer, que luego de adjudicarse el primer set, tuvo que luchar mucho en el segundo para definirlo en tie break. Pero en esa instancia, el suizo fue contundente para ganarlo por 7-0. El australiano reaccionó en el tercer parcial, pero el dominio del ganador regresó en el cuarto set para quedarse con el partido.