DEPORTES › LA ACTUACION INDIVIDUAL DE ARGENTINA

Un 6 de promedio

 Por Juan Jose Panno
Desde Francfort

El rival fue otro, el partido diferente, las circunstancias distintas y, como consecuencia de todo ello, los puntajes no guardan mucha relación con aquellos del soberbio partido de Argentina contra Serbia y Montenegro y sí se acercan un poco más a los del encuentro inaugural contra Costa de Marfil. En lo más alto del podio aparece Carlos Tevez (8) porque fue el que más exigió, el que más se atrevió y el que más cerca estuvo de marcar hasta el último minuto. Precisamente en el instante final se mandó una espectacular media vuelta aguantando la marca de los centrales holandeses que pudo ser el broche de oro de su actuación. Se movió por todo el frente de ataque con unas ganas tremendas. Un escalón más abajo hay que ubicarlo al Pato Roberto Abbondanzieri (7), que se ganó el puntaje con una extraordinaria tapada en el primer tiempo a Kuyt después de un resbalón de Burdisso, con otra en el segundo período ante Cocu y con mucha seguridad en cada pelotazo aéreo que cayó en el área. Como en los dos partidos anteriores trasmitió una gran seguridad y eso lo agradecen todos. Además sacó casi siempre muy bien, con las manos o con los pies.

En el nivel del Pato, Gabriel Milito (7) también respondió muy bien porque cuando salió a anticipar casi nunca quedó pagando y porque de arriba se las rebuscó muy bien. Parecía jugador de Selección de toda la vida. Pekerman debe haber pensado que se puede quedar muy tranquilo si no juega Heinze. Varios jugadores de las tres líneas se encolumnan detrás del arquero y el central, casi en una misma línea. Roberto Ayala (6) mostró la capacidad característica en el juego aéreo frente a rivales que van muy bien arriba. Metió además un par de buenos pelotazos. Se enganchó más de la cuenta en la discusión con el árbitro en el primer tiempo, pero luego se calmó.

En el medio, Maxi Rodríguez (6) estaba para pelearle cabeza a cabeza la condición de mejor jugador del partido a Tevez, pero se diluyó en el segundo tiempo. Fue muy importante su aporte en el período en la contención y especialmente en el ataque, porque se asoció muy bien con los de punta y cuando tuvo espacio probó muy bien. Le faltó un poquito de suerte en un fierrazo que metió cuando iba media hora de juego; la pelota salió desviada por centímetros. “¡Uhhhh!” gritó medio estadio cuando repitieron la jugada por las pantallas gigantes porque nadie había advertido que aquello no había sido gol por una uña. Juan Román Riquelme (6) tuvo la intermitencia y las lagunas de todo el equipo, pero hay que anotarle en el haber sus picantes remates de pelota detenida (casi hace un gol de corner) y un centro buscapié que si no fuera por el palo terminaba en gol en contra. En algunos pasajes pareció que estaba en uno de esos días en las que le salen todas, pero pronto empezó con los cortocircuitos. Nunca encontró el espacio para pegarle al arco porque lo custodiaron demasiado, salvo un derechazo que se fue cerca.

Lionel Messi (6) quiere mostrar todo lo que puede (lo cual es muy comprensible), pero eso, a veces, le quita sorpresa. Hizo tres o cuatro gambetas que lo muestran como un jugador de otra dimensión y metió un muy buen pase a Cambiasso que le taparon de última. Se cansó en el segundo tiempo y después de perder un par de pelotas se fue reemplazado con la cabecita gacha como queriendo demostrar que quería seguir jugando o posiblemente enojado porque las cosas no le salieron como le hubiera gustado. Le dio un poquito de relieve a un partido chato, pero le faltó polenta. Una sola vez se animó a patear al arco y Van der Sar no tuvo problemas. Sigue siendo una alternativa valiosísima en la estructura que tiene en la cabeza el entrenador. Todos intuyen que si entra en el tramo final de un partido con rivales cansados puede hacer un desastre.

Javier Mascherano (5) y Esteban Cambiasso (5) se repartieron la mitad de la cancha compensando pases errados con buenos quites con recuperación de la pelota. Cambiasso intentó algo ofensivamente volcándose sobre la raya y Mascherano se animó a meter un remate de media distancia, pero sin puntería. Leandro Cufré (5) empezó nervioso, mejoró después y al final perdió consistencia cuando apuraron un poco los holandeses. El más flojo fue Fabricio Coloccini (4), porque lo superaron con bastante facilidad (en una jugada De Cler le tiró la pelota por un lado y la fue a buscar por el otro) y salió a destiempo alguna vez. Burdisso no jugó el tiempo suficiente como para ser calificado, y sufrió un esguince de ligamentos que podría dejarlo fuera del Mundial. Señales de peligro se encienden sobre ese lateral. Cruz jugó poco tiempo y no aportó más que buena voluntad y Aimar entró cuando el cero estaba prácticamente sellado.

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