La sesión del Senado convocada para tratar el impuesto a los productos electrónicos importados, destinado a favorecer la producción en Tierra del Fuego, fue levantada a pedido del bloque del jefe del oficialismo, Miguel Angel Pichetto, ante la imposibilidad del oficialismo de conseguir quórum para iniciar el debate. Aunque la banca oficial hubiera podido tener quórum suficiente sentando a 34 miembros propios sumados a tres aliados, la ausencia de cuatro de ellos por razones de salud le impidió lograr el objetivo.

El jefe del bloque oficialista pidió la postergación del debate para el jueves 10 de septiembre, un día después de que concurriera al Senado el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, a realizar el primer informe desde su asunción al cargo ante una de las cámaras del Congreso. En la oposición celebraron la exhibición de fuerza que pudieron hacer frente al oficialismo, frenando un proyecto al que los importadores se habían opuesto argumentando que iba a provocar un aumento del 30 por ciento en los precios al público por impacto del que denominaron “impuestazo”. Los productos gravados por el proyecto no tienen producción nacional fuera de Tierra del Fuego.

Además del oficialismo, el proyecto cuenta con el respaldo de los senadores fueguinos María Díaz y José Martínez, más uno neuquino, Horacio Lores. Pero el bloque comandado por Pichetto apenas pudo recoger 29 miembros propios, lo cual resultó insuficiente para formar quórum. Los legisladores radicales y peronistas disidentes aguardaban en los alrededores del recinto, para ingresar sólo si el oficialismo lograba el quórum para iniciar la sesión.

La gobernadora fueguina, Fabiana Ríos, aguardó en vano en un salón contiguo al recinto, junto a los cinco diputados nacionales del distrito y funcionarios de la Secretaría de Industria, que se iniciara la sesión. De la promulgación de esta ley depende que la industria fueguina recupere dos mil puestos de trabajo, por personal de distintas empresas que se encuentra suspendido o fue despedido por paralización en la producción. En el caso de los celulares, que la campaña de la oposición usó como emblema en contra del “impuestazo”, la producción fueguina se redujo a su mínima expresión por la invasión de productos importados a bajo costo. Incluso, “de regalo” en algunas ofertas.