ECONOMíA › FACILITARáN LA APERTURA DE SUBSUCURSALES EN LOCALIDADES DE MENOS DE 50 MIL HABITANTES

Llevar la banca más allá de la city

La medida busca la desconcentración geográfica de la banca privada, que prácticamente no tiene presencia en las provincias del norte. Bajarán los costos y requisitos para la creación de dependencias especiales en el interior.

 Por Tomás Lukin

La presidenta del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, presentó ayer ante las entidades bancarias una nueva normativa para comenzar a revertir la concentración geográfica del sistema financiero local. La medida facilita la apertura de subsucursales con capacidades limitadas para operar en localidades de menos de 50 mil habitantes donde los bancos no están presentes. Las modificaciones permitirán bajar los costos para la creación de esas dependencias especiales, como reclamaban las entidades. El anuncio formal, anticipado ayer por este diario, fue bien recibido entre los banqueros. En el corto plazo, la autoridad monetaria estima la apertura de cien nuevas subsucursales. El 85 por ciento de las filiales de los bancos más importantes está concentrado en los cinco distritos más ricos: Buenos Aires, Capital Federal, Córdoba, Santa Fe y Mendoza. Las zonas de baja cobertura y poca atracción para esos bancos son el noreste y el nordeste del país.

“La normativa no tendrá efectos en Capital Federal, sino que se va a sentir en el interior. Estimamos, en forma conservadora, que se pueden superar las cien subsucursales nuevas en un primer momento. Apuntamos a la bancarización tanto de personas como empresas, no tanto al financiamiento. De todas formas, las nuevas oficinas estarán habilitadas para realizar pequeños préstamos”, señalaron a Página/12 desde el directorio de la entidad. En una primera instancia, la norma pretende impulsar la apertura de “dependencias especiales” de los bancos en regiones de hasta 50 mil habitantes donde hoy están ausentes, principalmente en La Rioja, Catamarca y Formosa.

Las nuevas filiales dependerán de otras sucursales más grandes y podrán ubicarse a una distancia máxima del banco de referencia. En la autoridad monetaria señalaron a este diario que las dependencias estarán habilitadas para realizar operaciones con estrictas y elevadas limitaciones de montos, que no podrán superar los 50 mil pesos en efectivo. Por eso, los requerimientos de seguridad serán inferiores a los de un banco tradicional, bajando así los costos. La intención del Central es que si las operaciones superan esas restricciones, los bancos decidan transformar la dependencia en una sucursal. Todavía resta definir un conjunto de elementos técnicos que serán analizados en las próximas reuniones del directorio del Central.

El encuentro encabezado por Marcó del Pont se realizó en las oficinas del Banco Central y participaron los presidentes de las distintas cámaras, Jorge Brito (Adeba), Mario Vicens (ABA) y Juan Carlos Fábrega (Abappra). También estuvieron presentes el vicepresidente de la autoridad monetaria, Miguel Pesce, y Carlos Heller, diputado nacional y segundo de Abappra. “Los representantes de las asociaciones bancarias expresaron sus coincidencias con la iniciativa y destacaron que les permitirá captar nuevos negocios y ampliar sus coberturas”, expresaron desde la autoridad monetaria al referirse al segundo encuentro de la todavía titular en comisión del Central con las cámaras del sector.

En la entidad que conduce Marcó del Pont preparan, para una segunda etapa, una medida complementaria que “obligue” a los bancos a prestar servicios en las zonas menos rentables y con baja densidad poblacional. Según pudo saber Página/12, el permiso para la instalación de nuevas sucursales en las ciudades más “atractivas” estará condicionado a la apertura de “dependencias especiales” en las zonas que todavía no reciban la atención de las entidades.

La desaparición de la banca provincial, la escasa porción del crédito destinada a las economías regionales, el elevado costo del financiamiento para pymes, son consecuencia de la Ley de Entidades Financieras de 1977, creada por José Alfredo Martínez de Hoz y las sucesivas crisis financieras y bancarias que tuvieron lugar desde 1980. En el sector privado presentan tres argumentos para justificar la situación de discriminación geográfica: “altos costos, la todavía vigente desconfianza en los bancos y la ausencia de negocios”. A su vez, sostienen que muchas veces los clientes prefieren abrir cuentas en las sucursales más grandes y solicitar líneas de crédito en entidades ubicadas en las capitales.

“Crecen los depósitos y la liquidez, los bancos reconocen esta situación y comparten nuestra intención de impulsar el financiamiento para la producción a largo plazo con tasas accesibles y sostenibles”, apuntaron cerca de la titular del Central. Si bien la medida impulsada por Marcó del Pont permitirá comenzar a quebrar el modelo de “país abanico” en materia financiera, la presencia de las entidades no asegura per se una mejora en materia de distribución del ingreso o acceso a financiamiento a tasas accesibles. En la autoridad monetaria reconocen esa situación y sostienen que “es el principio de una cantidad de medidas importantes que estamos trabajando en materia de financiamiento a plazos más largos y tasas accesibles y sostenibles”.

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Mercedes Marcó del Pont, presidenta del Banco Central. Primer paso para cambiar el sistema.
Imagen: Pablo Piovano
 
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