ECONOMíA › EL CRAC > CUATRO MIRADAS SOBRE LA CRISIS

Medidas defensivas

Alejandro Fiorito *

La fuerte caída de la Bolsa es simplemente el efecto inmediato de la baja en la calificación sobre la deuda norteamericana. Pero ese no es el punto central ni mucho menos un indicador de la profundidad de la crisis. Para los países como los nuestros, en desarrollo, la solución será cuidar la divisa internacional. Todavía no asoma en el mundo ningún país que quiera ni pueda hacerse cargo de un cambio en la moneda de reserva. Por eso el patrón dólar seguirá siendo la moneda fuerte, y obviamente esto se explica por factores políticos más que económicos. La clave será sentarse sobre los dólares, cuidar esta moneda. En este sentido, creo que deberemos profundizar la sustitución de importaciones, con un fuerte rol del Estado. El mercado no hará nada por mejorar la balanza comercial, es el sector público quien deberá hacerse cargo. Hay que mejorar los índices de productividad de las empresas y potenciar las cadenas de valor. La crisis internacional puede ser la excusa perfecta para profundizar alguna de estas medidas, sobre todo teniendo en cuenta que para fin de año la cuenta corriente terminará bastante equilibrada, pero para el próximo año podría quedar en la cuerda floja. Lo que ocurra con las Bolsas es sólo un reflejo, lo más importante es lo que vaya a pasar en el largo plazo. Por eso el Estado debería imponer mayores controles sobre el lado real de la economía y el sector de las importaciones es clave.

* Economista.


Ricardo Aronskind *

El equipo económico debería estar pensando en replicar lo que se hizo en 2009, es decir, pensar una batería de medidas contracíclicas, cuya aplicación ya fue bastante exitosa. En este sentido, debemos tener en cuenta que la recaudación tributaria está respondiendo bien, pero podría incrementarse. Hay un dato que no puede pasar por alto. Gran parte del dinero que es destinado a la compra de dólares en el país forma parte de la evasión impositiva. Por eso podrían profundizarse las medidas para evitar la circulación en negro del dólar. Todo flujo de dinero que el Estado recupere de la evasión podría ser volcado en obra pública. Si reducimos la evasión, tendremos una batalla ganada contra la recesión. Por otro lado, el Banco Central tendrá un rol fundamental en esta nueva etapa de la crisis, para evitar la especulación de los agentes económicos y que eso juegue en contra de la estabilidad. La autoridad monetaria tendrá que seguir moviendo hacia arriba el dólar, pero sin dejar ver cuál es su meta de devaluación. Es decir, jugar con la incertidumbre de los especuladores para evitar, justamente, sus efectos negativos. Este gobierno ya manejó con éxito la crisis en 2009, mostró gobernabilidad. La actual crisis internacional debería servir para echar por tierra el discurso opositor que habla siempre a favor de los países desarrollados y de los mercados. La actual crisis golpea de lleno contra el lobby de la derecha neoliberal, que suele impregnarse en el discurso empresario. La otra clave de este proceso será la Unión de Naciones de Suramérica (Unasur) para dar una respuesta regional a la crisis. La coordinación macroeconómica debería acelerar aquellas medidas de más fácil implementación, como el control de capitales.

* Universidad Nacional General Sarmiento.


Guillermo Wierzba *

Ante una crisis como la que estamos atravesando, hay un dato que no puede soslayarse. Argentina sigue estando en mejores condiciones que en otras épocas, cuando teníamos una economía totalmente abierta, donde no había controles a los flujos de capitales ni una situación positiva de la balanza comercial. No teníamos ni siquiera la capacidad de hacer política económica. Estos son datos que todavía merecen ser remarcados. Ahora, en relación al posible impacto en el país en el mediano y largo plazo, habrá que mirar con cuidado qué ocurre con nuestros socios comerciales. Creo que el actor clave en todo esto es China, hay que seguir muy de cerca lo que pase con el gigante asiático, que es nuestro gran comprador de materias primas. Si la crisis repercute en los niveles de intercambio, obviamente nos veremos perjudicados. Seríamos necios de pensar lo contrario, pero mucho menos que otros países que tienen su economía totalmente abierta a los mercados financieros. Hoy continuamos con espaldas suficientes como para adoptar medidas contracíclicas, al igual que en 2009. Este tipo de acciones forman parte del pensamiento central de este gobierno. Por otro lado, también resulta clave el rol de la Unasur y cualquier política conjunta entre los países de América latina. La posible creación de un Fondo Regional de Reservas podría funcionar como auxilio de liquidez para el corto plazo. También resulta valorable el acuerdo ideológico y político de evitar el libre flujo de capitales, con el objetivo de frenar cualquier caída de las monedas locales, presionadas por la especulación. La Unasur será clave para evitar los desajustes macroeconómicos.

* Director del Cefid-AR.


Emmanuel Agis *

El impacto de la crisis internacional vendrá por el lado de la economía real, por los niveles de comercio, y no por la evolución o caída de los mercados financieros. Deberemos estar atentos a la evolución de los datos que lleguen desde los Estados Unidos y China y cómo afecte esta situación a la demanda de los commodities. Cualquier profundización de la crisis en la economía norteamericana, también afectará a China, por ende tendremos menor flujo de exportaciones. Por eso, lo que asusta en este momento son los discursos poco optimistas que llegan desde Europa y China. El país asiático acaba de decir que la crisis norteamericana se debe a que “estuvieron viviendo por encima de su límite”, cuando los que se vieron más beneficiados con esa política fueron ellos mismos. El discurso y las acciones de Barack Obama (presidente de Estados Unidos) asustan, porque está llenando de liquidez a los bancos, cuando en realidad hay problemas muy concretos en el sector privado no financiero, por ejemplo con el desempleo. Por otro lado, los rescates financieros en Europa no hacen más que patear la pelota. Alemania no emerge como la locomotora de la región. Cuando uno ve estas reacciones, que tienen una explicación más política que económica, es cuando comienza a preocuparse. Frente a este escenario, la Argentina tiene a su favor la experiencia de 2009, con la aplicación de medidas anticíclicas. La única diferencia es que hace dos años sabíamos que la crisis no iba a extenderse demasiado, y ahora no estamos tan seguros de eso. Por eso, si el ritmo económico llegase a frenarse, con una disminución de las exportaciones, el Gobierno también debería impulsar una baja en las importaciones, para tener un equilibrio comercial.

* Economista del Cedla y la Universidad Nacional de Quilmes.

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