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El Banco Municipal de La Plata fue absorbido por el Banco de la Provincia de Buenos Aires, que desde ayer se hizo cargo de la entidad, es decir, de las 15 sucursales y tres centros de pago, de sus 470 empleados y de la atención de 9400 titulares de cajas de ahorro y cuentas corriente. “La medida fue tomada a instancias del Banco Central y se encuadra en el Programa General de Reestructuración del sistema financiero, en particular de la banca pública”, refirió el Bapro en un comunicado. La fusión estuvo precedida de un controvertido proceso en el cual la entidad fue duramente cuestionada por supuestas irregularidades durante la gestión de Juan María Manganiello al frente del banco. Estrechamente vinculado con un empresario periodístico de La Plata, Manganiello fue reemplazado en mayo del 2000 por Felipe Murolo, que después de cuatro meses le dejó el puesto al hasta ayer presidente de la entidad, Ricardo Sigwald. “Yo ya ingresé con una situación más equilibrada, pero las condiciones estructurales que afectan a este tipo de bancos, con muy poco poder de fuego, determinó esta salida”, puntualizó Sigwald a Página/12.
La absorción del Banco Municipal por el Bapro sorprendió a los trabajadores de la entidad platense, que en el caso de dos centros de pago decidieron tomar las instalaciones impidiendo su operación. En muchas otras dependencias se realizaron asambleas y se declaró el estado de alerta. La confirmación de que el Banco Provincia se hacía cargo del Municipal recién fue oficializada ayer por la mañana. Sigwald se reunió temprano con los gerentes de sucursales y luego con la Comisión Gremial Interna, transmitiendo que “el objetivo es asegurar la devolución de los depósitos y la fuente de trabajo a todos los empleados”.
“Estuvimos entre los primeros bancos en entrar al proceso de reestructuración”, recordó el titular del Banco Municipal. “No bien el Banco Central nos propuso la fusión, la concretamos en tiempo record”, señaló. Según el relato que hizo a Página/12, el banco comunal atravesó una situación muy complicada durante todo 2002, por “la cantidad muy alta de amparos dictadas por muy pocos jueces”. Según otras fuentes citadas por agencias de noticias, los desequilibrios en las relaciones técnicas entre recursos y compromisos obligaba a la Municipalidad a realizar un aporte de capital del orden de los 40 millones de pesos, que no estuvo en condiciones de afrontar.
El banco municipal fue creado hace 104 años, cuenta con 2400 cuentas corriente y más de 7000 cajas de ahorro. El monto total de sus depósitos ronda los 130 millones de pesos y el de préstamos, 108 millones. “Debe ser el único banco público que absorbió un banco privado, el Platense”, recordó Sigwald.
La Plata ha sido una ciudad particularmente castigada por las crisis bancarias. “Aquí desaparecieron el Banco de Crédito Provincial (BCP), el Mercobank, el Comercial, y al margen de la tristeza que provoca la desaparición de una institución de 104 años, para la comunidad platense es una solución”, precisó, en función de las garantías que la salida otorga a ahorristas y trabajadores de la entidad absorbida, según el compromiso asumido por la Municipalidad de La Plata y el Bapro.
No deja de ser una solución original que la entidad municipal haya sido absorbida por otro banco oficial, el de la provincia. Según comentó Sigwald, las 15 sucursales actuales del Municipal seguirán operando, pero el Bapro podría decidir transferir algunas que se superpongan con casas propias, “aprovechando la patente de sucursal en la región platense, ya que el Bapro está inhabilitado para abrir nuevas sucursales propias”, completó.