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La refundación de la Asociación de Bancos Argentinos (Adeba) provocó un cortocircuito entre antiguos socios. La diferencia de intereses quedó planteada ayer en un cruce de declaraciones entre Carlos Heller y Jorge Brito. El primero, titular de la Asociación de Bancos Públicos y Privados de la Argentina (Abappra), afirmó que el alejamiento de unos quince bancos de esa entidad se debió a que tienen puestas sus “expectativas” en las nuevas privatizaciones que se podrían dar en el sector. Brito, flamante presidente de Adeba, respondió que “vamos a funcionar mejor así que como estábamos antes” y pidió que a los bancos públicos se les exigieran las mismas condiciones que a los privados.
“Muchos de los bancos (de la nueva Adeba) como el propio Macro son fruto del proceso de privatizaciones (de entidades provinciales de la década del ‘90) y probablemente existan expectativas de que en una nueva ronda de privatizaciones les den posibilidades de crecimiento”, señaló Heller, al hacer su evaluación de la división en Abappra. En ese marco “la actitud cerrada de defensa de la banca pública que hace Abappra puede ser una división conceptual o de intereses materiales concretos”, agregó el titular del Banco Credicoop.
Heller y Brito, este último presidente del banco Macro-Bansud, eran los dos principales referentes de Abappra, aunque Heller ocupa el primer lugar. La política que aplica desde allí difiere en algunos puntos con los intereses de Brito. A este banquero lo acompañaron otros privados de capital nacional, como el Comafi, Banco Privado, Hipotecario, Banex, Mariva, Industrial de Azul y Piano.
“Los dos temas fundamentales de la creación de Adeba son que existe una agenda diferente entre nosotros y Abappra, como bancos públicos, y ABA, como bancos extranjeros, y que estamos buscando recrear una burguesía nacional”, expresó Brito. “No puede haber bancos públicos que no cumplan con los requisitos que se les exige a la banca privada”, agregó.