ECONOMíA › EL CONFLICTO SINDICAL EN YACIMIENTOS DE CHUBUT, CON POCAS COSAS CLARAS

Dragón, echa fuego y trae cola

La toma de instalaciones por un grupo de trabajadores identificados como los Dragones desató una fuerte condena, incluso de la Presidenta, que habló de “entrecruzamientos” de intereses poco claros. Página/12 viajó para conocer la trama del conflicto.

 Por Sebastián Premici

Desde Comodoro Rivadavia, Chubut

La producción de petróleo en Comodoro Rivadavia (Chubut) continúa prácticamente paralizada. La empresa Panamerican Energy-PAE, integrada por British Petroleum, la familia Bulgheroni y una empresa estatal china, representa el 25 por ciento de la producción total del país y el 70 por ciento de la provincia. El jueves de la semana pasada, un grupo de sindicalistas llamado Dragones tomó las instalaciones que la compañía opera en Cerro Dragón y frenó su producción. Si bien la toma finalizó el domingo pasado, hoy la compañía está operando a un sexto de su capacidad y recién en 10 días podrían recuperar los dos tercios de su producción habitual. Pero aclaran que, una vez que los pozos entren a funcionar plenamente, no saben si continuarán rindiendo al máximo de sus capacidades.

La ciudad de Comodoro Rivadavia vivió ayer una jornada tranquila, a pesar del paro anunciado por camioneros. A la una de la mañana ya había varios camiones a la vera de la ruta –con fogata incluida para amainar el frío y el viento–. A las tres de la tarde, hora anunciada por Hugo Moyano para realizar su acto en Plaza de Mayo, sólo se habían sumado un puñado más de camiones. La marca distintiva de la jornada estuvo en el cruce de la Ruta nacional 3 y la 26, donde está el piquete de los llamados Dragones, una escisión de la Uocra, el gremio de la construcción que a nivel nacional conduce Gerardo Martínez. Su tarea es la construcción de instalaciones en los yacimientos. Su objetivo de máxima es que le reconozcan la personería gremial como sindicato autónomo y, por otro lado, pretenden que PAE equipare sus condiciones laborales al convenio laboral de los trabajadores privados del gremio del petróleo.

Los Dragones no sólo están vinculados con la industria petrolera. También trabajan para las empresas contratistas que realizan las obras públicas en la provincia. Este grupo se fortaleció (laboralmente) durante la gobernación de Mario Das Neves, peronista disidente que fue candidato a vicepresidente en la fórmula con Eduardo Duhalde. Durante la toma que realizaron la semana pasada, participaron aproximadamente 700 personas.

“El grupo que está actuando respondió directamente al ex gobernador Das Neves”, acusó Sergio Berni, secretario de Seguridad de la Nación, el domingo pasado. Dentro de su puja sindical, buscan escindirse del gremio de Gerardo Martínez para obtener un convenio colectivo más cercano a los petroleros. “Las diferencias salariales, entre empleados que trabajan hombro con hombro en los pozos, pueden ser de 3 a 1”, sostuvo ante este diario un dirigente de la CTA de Pablo Micheli.

Los datos recabados en la zona indican otra cosa. Un obrero de la Uocra puede cobrar durante la construcción de una obra de infraestructura en un yacimiento 17.000 pesos, lo mismo que un petrolero. Son datos que fueron informados a este diario por los mismos empleados de PAE. La diferencia está en otras condiciones por fuera del salario, que tienen que ver con el pago de horas extras, las viandas y otros beneficios. Además, quieren convertirse en trabajadores permanentes de PAE, algo que la empresa rechaza de plano.

“La realidad les pasa por encima, son tareas diferentes. Los que son petroleros están en el campo hasta que el pozo se extingue. En cambio, los que trabajan en la construcción tienen trabajo en los primeros momentos en que se construye la infraestructura necesaria en el yacimiento. Cuando terminan, pasan a una bolsa de trabajo”, explicó Mario Calafell Loza, a cargo de las Comunicaciones Externas en PAE. La empresa quiere evitar ser parte de las negociaciones colectivas con los Dragones, aunque conviven con ellos desde hace varios años.

Si bien las medidas de fuerza de este gremio son habituales, con paros incluidos, en la empresa se muestran sorprendidos por los daños causados en las instalaciones: vidrios rotos, papeles desperdigados por todas las oficinas dentro del yacimiento, paredes escritas con aerosol, algunos elementos de escritorios inutilizados. Sin embargo, los Dragones no se han hecho cargo de los actos de vandalismo exhibidos por la empresa. Desde la propia empresa tampoco dan por segura su autoría. Ni siquiera se descarta la eventual participación de “infiltrados”, sin especificar en este caso su origen. De todos modos, la hipótesis del “complot” quedó instalada y fue reforzada por el discurso del martes pasado de la Presidenta de la Nación.

La discusión por el encuadramiento se repite año tras año. Por eso, los hechos de violencia y la manera en que se tomó el yacimiento dejó abierto más de un interrogante. “Los que rompen no son operarios”, fue una afirmación certera escuchada en el propio seno de la empresa. La obtuvo Página/12 de boca de un gerente de seguridad –“física y no laboral”, según su propia aclaración– de la compañía. Si bien por todos lados se lee la leyenda “Dragones” escrita en aerosol, las autoridades de la compañía todavía no saben (o no lo pueden decir, o no quieren) si los que realmente rompieron las instalaciones fueron trabajadores de la planta o personas ajenas, “infiltrados”.

“Aquí no hay intereses sindicales ni gremiales, hay un entrelazamiento –y lo puedo decir, porque se lo manifesté al gobernador personalmente por teléfono (Martín Buzzi)– de intereses sindicales, políticos, de bandas (...). Se estaba buscando que entrara a sangre y fuego la Gendarmería y producir un evento que escandalizara y desestabilizara al Gobierno y a las instituciones”, manifestó Cristina Fernández durante su discurso del martes.

Por lo pronto, la Gendarmería ya se retiró del yacimiento y ahora la seguridad quedó a cargo de las fuerzas de infantería, apostadas en camionetas en la puerta de ingreso a Cerro Dragón. Dentro de las oficinas de PAE, hay presencia de guardias de la misma fuerza. Y de misterios sin respuesta.

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Vehículos destrozados, pintadas en las paredes. Hechos violentos, pero con autoría poco clara.
Imagen: Jorge Larrosa
 
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