ECONOMíA › REPSOL-YPF BAJO EL PRECIO DEL GAS LICUADO, LAS NAFTAS Y EL GASOIL

Como para ir calentando el invierno

Los intentos del Gobierno por obtener una baja generalizada de combustibles sólo halló eco en Repsol-YPF y en un porcentaje recortado por la nueva suba del petróleo de esta semana. Las garrafas de GLP de 10 kilos tendrán una rebaja del 7%. Las naftas, del uno.

Los precios de las naftas de la marca YPF fueron reducidos a partir de anoche en un uno por ciento, en tanto que el valor del gasoil disminuyó en un 2 por ciento. Esta vez, la medida también alcanza al gas envasado en garrafas (GLP). Según estimaron directivos del sector, la repercusión sobre el precio final sería de 1,50 peso por garrafa de 10 kilogramos (7 por ciento sobre el valor actual de 22 a 25 pesos). Repsol-YPF exhibió la rebaja como “una decisión de la empresa” y no el producto de un acuerdo con el Gobierno. Con el conjunto de las petroleras y refinadoras, se acordó en cambio prolongar por dos meses más –extendiéndolo hasta el 31 de julio próximo– el convenio por el cual se fijó el precio del crudo para el mercado interno en 28,50 dólares por barril, lo cual garantiza la estabilidad del precio en el mercado de los combustibles.
La decisión de Repsol-YPF, comunicada ayer en Casa de Gobierno por uno de sus directores, Alejandro Mac Farlane, abarca además al combustible utilizado para aviación, el JP1, que en esta oportunidad bajará el 5 por ciento acumulando, desde el inicio del año, una disminución en sus precios del 28 por ciento. Esta política forma parte de un acuerdo con las compañías aerocomerciales, para evitar el quebranto de éstas y ante la situación de endeudamiento que vienen arrastrando con respecto a sus proveedores de combustibles. En cambio, la rebaja del GLP en una proporción mayor a la aplicada a los combustibles fue una demanda concreta del Gobierno frente a la grave crisis socioeconómica en las zonas más alejadas de los grandes centros de consumo, a las que no llega el suministro de gas por tubería (gas natural). La intención es lograr una importante incidencia en el nivel de la línea de pobreza, ya que una reducción en su costo de 3 o 6 pesos (2 o 4 garrafas de 10 kg por familia mensuales) implica que decenas de miles de personas puedan pasar a ser considerados por arriba de la línea de pobreza.
Con el acuerdo anunciado ayer, el litro de la nafta normal XXI pasará de 1,698 a 1,684 peso, el de la súper XXI de 1,891 a 1,864 peso, el de la Fangio XXI de 1,972 a 1,944 y el de la Ultradiesel XXI de 1,366 a 1,344 peso. “La rebaja iba a ser mayor, y así se lo hicimos saber al Gobierno la semana pasada”, comentó una fuente de la petrolera, “pero esta semana volvió a subir el precio internacional del crudo y debimos recortar el descuento”.
Aníbal Fernández, ministro del Interior, y Julio De Vido, titular de Planificación, exhortaron a las otras compañías petroleras del mercado a imitar la decisión adoptada por Repsol-YPF. En la misma conferencia de prensa en la que Mac Farlane anunció la rebaja de precios, los miembros del gabinete informaron que hoy se firmará el tercer acuerdo con las petroleras y refinadoras para mantener el precio interno del barril de crudo en 28,50 dólares. El convenio, vencido el pasado 31 de mayo, será prorrogado en todos sus términos hasta el 31 de julio próximo.
En su primer día como secretario de Energía, el martes último, Daniel Cameron mantuvo reuniones con una veintena de directivos de las petroleras que operan en el país. En las conversaciones estuvieron representadas, entre otras, las compañías Repsol-YPF, Shell, Esso, Petrobras, Pan American Energy, Total y Pluspetrol. En esas discusiones, el representante del Gobierno insistió en la conveniencia de mantener el mecanismo impulsado por su antecesor en el cargo, Enrique Devoto, que permitió mantener la estabilidad de precios en plena crisis, cuando el mercado petrolero mundial parecía a punto de estallar con la invasión estadounidense a Irak.
El esquema acordado entonces, que ahora se renovará en los mismos términos, implica que las petroleras le entreguen el crudo a las refinerías a un precio fijo, de 28,50 dólares por barril, independientemente de la cotización internacional. La diferencia entre este valor de mercado y los 28,50 dólares se registra en una cuenta a favor de la petrolera o de la refinadora –según quien se perjudique con el valor fijo– que será compensada a futuro. Para mantener la vigenciadel acuerdo una vez firmado, sólo se plantean dos requisitos: que el valor internacional del crudo no supere los 35 dólares durante diez jornadas consecutivas y que el dólar no se ubique al cambio por encima de los 3,65 pesos.

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Esta vez, además de los precios en surtidor, también bajaron los precios del gas en garrafas.
 
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