ECONOMíA

El motor de la industria está empezando a perder revoluciones

Por segundo mes consecutivo, retrocedió la producción industrial.La ausencia de crédito, la depresión de los ingresos y el agotamiento de la sustitución de importaciones explican ese comportamiento.

 Por David Cufré

La evolución de la actividad económica que meses atrás consolidaba la figura de Roberto Lavagna empieza a generar otras impresiones. Por segundo mes consecutivo, la producción industrial retrocedió en mayo contra el mes precedente. La caída fue del 1,1 por ciento respecto de abril, mientras que ese mes había registrado una baja del 0,8 por ciento contra marzo, en ambos casos en la medición del Indec que excluye los factores estacionales. La falta de crédito, la demora en la aparición de inversiones, el atraso salarial, el alto desempleo y la baja del dólar explican el comportamiento de la industria en esta etapa.
El Ministerio de Economía confía en que la desaceleración del último bimestre sea transitoria. La atribuye especialmente a la incertidumbre política por las elecciones. No era lo mismo que ganara Néstor Kirchner que Carlos Menem o Ricardo López Murphy. Una vez despejada esa incógnita, la expectativa del equipo económico es que reaparezcan los resultados positivos. “Una baja o una suba del 1 por ciento no cambia ninguna tendencia. Estamos en un momento de recuperación de la industria, pero sin duda aparecen señales de alerta”, evaluó en diálogo con Página/12 el economista Miguel Peirano.
La baja de la actividad en mayo respondió esencialmente a la caída de cuatro rubros: productos minerales no metálicos, vinculados a la construcción, que retrocedió 11,1 por ciento; la industria metalmecánica (-10,9%); cigarrillos (-8,2%) y fabricación de vehículos (-7,6%). Salvo en el caso del tabaco, que es un bien de consumo no durable, el resto de los rubros son los más importantes de la industria: insumos de la construcción (la producción de vidrio bajó 33,4 por ciento y la de cemento, 1,8 por ciento, en relación a abril), maquinarias y vehículos.
El caso de la industria automotriz es el más llamativo. La producción fue incluso inferior a la de igual mes del año pasado (-6,2 por ciento), con lo que se ubica en niveles de hace cuatro décadas. Andrés López, especialista en temas industriales del Centro de Investigaciones para la Transformación (Cenit), consideró que el parate de la actividad fabril se debe a un conjunto de razones: la falta de oferta crediticia a largo plazo a tasas razonables, la caída del poder de compra de los sectores asalariados, cierto agotamiento del efecto de sustitución de importaciones y la escasez de inversiones.
El diagnóstico de Peirano es coincidente en varios puntos. Pero remarcó que lo más perjudicial es la tardanza en la recuperación del mercado interno, debido a que no hubo aumentos de salarios que revitalicen la demanda, ni un crecimiento en la cobertura y el monto de los subsidios a desocupados. “Un mercado interno retraído es una limitante estructural para la recuperación”, puntualizó. En segundo lugar, mencionó el impacto de la baja del dólar, que restó competitividad a algunos sectores y dio lugar a la reaparición de importaciones en algunos rubros. Finalmente, advirtió por las complicaciones que surgieron en Brasil, adonde la baja del consumo deja importantes saldos exportables, que pueden empezar a derivarse hacia Argentina. El comportamiento de estas tres variables será determinante para lo que ocurra en los próximos meses, sintetizó.
En la comparación interanual, los resultados fueron lógicamente mejores. La actividad en mayo resultó un 15,3 por ciento superior a la de igual mes de 2002, y en los cinco primeros meses acumuló una suba del 17,6 por ciento. La recuperación se da contra uno de los peores años de la economía argentina en toda su historia.
De todos modos, todavía se aprecia una tendencia positiva en la medición contra el mes anterior en una mayoría de rubros industriales. La alimentación anotó una suba contra abril del 5 por ciento, la industria textil mejoró 6,8 por ciento, sustancias y productos químicos crecieron 9,3 por ciento, papel y cartón aumentó 3,8 por ciento, productos de caucho y plástico avanzaron 6,4 por ciento, productos de editoriales e imprentas ascendieron 2,4 por ciento y el rubro de industrias metálicas básicas se expandió 3,6 por ciento.
La explicación que dieron técnicos del Indec es que “se está viendo una desaceleración en la industria en los últimos 40 o 50 días, que en parte tiene que ver con un incremento muy fuerte en los primeros meses del año, pero también con el escaso crédito y con la caída del tipo de cambio”, señaló Julio Rotman.

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Roberto Lavagna, ministro de Economía, construyó su imagen positiva en la recuperación económica.
 
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